Su decisión en segundos cambió todo para siempre.
La modelo Güler Erdogan, de 27 años, murió tras caer de un puente mientras intentaba huir de un control de alcoholemia en Turquía. La escena ocurrió durante la noche del 1 de abril en Giresun, una ciudad costera sobre el Mar Negro. Lo que parecía una rutina policial terminó en un final inesperado y brutal que conmocionó al mundo de la moda y a miles de seguidores que la admiraban en redes sociales.
Todo comenzó cuando los agentes de tránsito detuvieron a Erdogan para hacerle un control. Según los informes oficiales, la joven presentaba signos claros de haber bebido y se encontraba al volante. El test de alcoholemia confirmó lo evidente: tenía 1,70 mg de alcohol por cada 100 ml de sangre, más del triple del límite legal en Turquía. La modelo, lejos de quedarse en el lugar, optó por una reacción impulsiva que terminaría costándole la vida.
Según relataron los efectivos que participaron del operativo, apenas escuchó el resultado, Güler Erdogan abrió la puerta del coche y comenzó a correr por el lateral del puente. La desesperación y el estado de ebriedad jugaron en su contra. No logró mantener el equilibrio y cayó al vacío desde una altura de 15 metros, impactando primero contra el pavimento de una autopista de seis carriles que pasaba por debajo. Un vehículo no alcanzó a detenerse a tiempo y terminó atropellándola.
Los servicios de emergencia llegaron rápidamente al lugar, pero no pudieron hacer nada. Los médicos solo pudieron constatar el fallecimiento de la joven.
Güler Erdogan no era una figura desconocida en su país ni en la escena internacional. Había ganado múltiples concursos de belleza, entre ellos, el título de Miss Europa-Kosovo, que la catapultó a eventos y pasarelas de renombre. Su presencia en redes sociales también era notable, con publicaciones constantes sobre su carrera, viajes y vida personal.
La noche de su muerte, según informaron sus allegados, la modelo había cenado con su familia. Más tarde salió con amigos a un club nocturno donde bebió considerablemente. Testigos aseguran que se despidió sin aparentar grandes alteraciones, pero su estado era claramente incompatible con la conducción.
Horas después del hecho, las redes sociales de la modelo comenzaron a vaciarse. Fotografías, historias y videos fueron eliminados rápidamente. Su familia emitió un breve pero contundente comunicado para desmentir algunas versiones que circularon en medios y redes.
“No crean las noticias e informaciones falsas sobre la muerte de nuestra hija, hermana y amiga, Güler Erdogan”, escribieron en la cuenta de Instagram de la joven. “Nuestra hermana perdió la vida en un trágico accidente. Como su familia, estuvimos a su lado en el momento del incidente”.
El texto no profundiza en detalles sobre el momento exacto de la caída ni sobre lo sucedido después del impacto, pero deja en claro que la familia intenta resguardar la memoria de la modelo en medio de una tormenta mediática.
Las autoridades locales confirmaron que continúan con las pericias necesarias para determinar con precisión cómo ocurrió el accidente. Buscan establecer si hubo negligencia policial, una persecución indebida o alguna irregularidad en el procedimiento. Por el momento, todo apunta a que fue un intento de escape voluntario y desesperado por parte de Erdogan.
Los informes forenses serán claves para cerrar el caso y dar luz sobre si hubo otros factores, como alguna sustancia adicional en sangre o lesiones previas a la caída.
La noticia sacudió al mundo del modelaje en Europa y especialmente en Turquía. Compañeros de pasarela y figuras públicas expresaron su tristeza por la pérdida. Muchos recordaron su carisma, su entrega profesional y su habilidad para destacar sin polémicas. Sin embargo, en redes también surgieron debates sobre la responsabilidad al conducir bajo los efectos del alcohol y el riesgo de decisiones impulsivas.
La tragedia de la modelo Güler Erdogan deja una marca imborrable, no solo por su desenlace, sino por las preguntas que deja sin responder: ¿Qué la llevó a huir de esa forma? ¿Pudo haberse evitado?
Este caso recuerda lo frágil que puede ser la línea entre la vida pública y las decisiones personales. Güler Erdogan había construido una carrera en ascenso, con presencia en certámenes internacionales y campañas de moda. En pocas horas, todo eso quedó reducido a titulares, especulaciones y una pérdida irreparable.
El episodio, además, revive el debate sobre los controles de alcoholemia, la presión pública sobre figuras famosas y los riesgos asociados a la conducción en estado de ebriedad. El relato de lo ocurrido esa noche sirve de advertencia, de reflexión y también de homenaje a una joven que parecía tener todo por delante.
