La hermana de Lara, en tanto, decidió exponer lo ocurrido a través de las redes sociales. Allí compartió un mensaje cargado de angustia y desesperación, en el que reflejó el miedo y la impotencia que atraviesa toda la familia.
“Ya no solo nos arrebataron a Lara, ahora también nos quieren hacer callar con tiros. No sabemos qué hacer ni cómo protegernos”, escribió la joven, logrando que cientos de usuarios replicaran su mensaje en señal de apoyo.
Una comunidad paralizada por el miedo
El episodio no solo golpeó a la familia de la víctima, sino que generó un profundo estado de alarma en la comunidad de Florencio Varela, que sigue de cerca cada avance de la investigación.
Los vecinos, que ya habían mostrado su indignación tras conocerse los detalles del crimen, ahora temen que los ataques vinculados al caso puedan extenderse y afectar a otras familias. La policía reforzó la vigilancia en la zona, aunque los allegados de Lara insisten en que la protección es insuficiente.
“Esto demuestra que no estamos seguros. Si se animan a balear la casa de una familia que está de duelo, ¿qué más puede pasar?”, expresó un vecino que participaba de las marchas de pedido de justicia.
Avances en la investigación del triple crimen
Mientras tanto, la causa por el triple homicidio avanza con la detención de cuatro personas, dos parejas que estarían vinculadas al hecho.
Los primeros arrestados fueron una pareja de nacionalidad argentina, sorprendida dentro de la vivienda donde ocurrieron los asesinatos en momentos en que intentaban limpiar la escena del crimen. La policía sospecha que su rol habría sido el de encubridores.
Horas después, una segunda pareja —esta vez de ciudadanos peruanos— fue detenida en un hotel alojamiento cercano. Según trascendió, serían los propietarios de la casa donde fueron hallados los cuerpos de las adolescentes.
La Justicia cree que ambos matrimonios habrían actuado en conjunto para ocultar pruebas y que, detrás del caso, podría haber un trasfondo mucho más complejo. Uno de los hombres arrestados estaría vinculado con la Villa 1-11-14, lo que refuerza la hipótesis de que el crimen esté relacionado con disputas del narcotráfico o redes criminales más amplias.
Testimonios clave y sospechas de más implicados
De acuerdo con fuentes judiciales, uno de los detenidos habría aportado información relevante sobre lo ocurrido. Su testimonio, sin embargo, está siendo analizado con cautela para determinar su veracidad.
Los investigadores sospechan que aún hay más implicados en el triple crimen y no descartan que en los próximos días se produzcan nuevas detenciones. La complejidad del caso, sumada al grado de violencia de los hechos, obliga a la Justicia a explorar distintas hipótesis.
Los acusados serán indagados este jueves en los tribunales de Laferrere, en un marco de alta expectativa social y mediática. El proceso judicial se da en medio de un clima cargado de conmoción, bronca y temor por parte de las familias de las víctimas y de la comunidad en general.
La familia pide protección urgente
El ataque contra la casa de la familia de Lara dejó en claro que la seguridad de los allegados de las víctimas es hoy una prioridad ineludible. La madre de la adolescente exigió a las autoridades protección inmediata y denunció que siente en riesgo la vida de sus hijos.
“No quiero que otra de mis hijas termine como Lara. No podemos seguir viviendo así, con miedo a cada ruido, a cada moto que pasa”, dijo entre lágrimas al salir de la dependencia policial.
El pedido de la familia se suma a la presión social que reclama no solo justicia por las tres adolescentes asesinadas, sino también medidas concretas para garantizar la seguridad de quienes hoy se sienten expuestos a represalias.
Un caso que sacude a todo el país
El triple crimen de Florencio Varela se ha convertido en uno de los episodios más estremecedores de los últimos años. No solo por la brutalidad de los asesinatos, sino también por la cadena de consecuencias que aún se desarrollan: amenazas, encubrimientos y ataques armados que dejan en evidencia la fragilidad del tejido social frente a estructuras criminales.
La memoria de Lara, Morena y Brenda se ha transformado en un símbolo de lucha. Sus familias, devastadas por el dolor, encabezan marchas, alzan la voz en redes sociales y exigen que las adolescentes no sean olvidadas en medio de un sistema judicial que suele avanzar con lentitud.
La comunidad de Florencio Varela, mientras tanto, se mantiene en vilo. Cada novedad en la causa despierta reacciones inmediatas: desde protestas en la vía pública hasta vigilias espontáneas frente a la casa de las víctimas. La sociedad reclama verdad, justicia y seguridad, tres pilares que parecen haberse quebrado tras el crimen.