Inseguridad

Hurlingham: roban la campana de una parroquia por segunda vez en un año

El objeto había sido repuesto en diciembre último. Esta vez, dos delincuentes se lo llevaron por la madrugada y todavía no fueron identificados.
Así quedó el campanario de la parroquia Santa Marta. (Foto: Infobae)

Así quedó el campanario de la parroquia Santa Marta. (Foto: Infobae)

Dos delincuentes robaron la campana de bronce de una histórica iglesia ubicada en la localidad de Villa Tesei, en Hurlingham, y lo curioso es que es la segunda vez que se produce un hecho similar en menos de un año, ya que este objeto había sido colocado en diciembre último en reemplazo de la anterior, que también había sido robada.

Dos ladrones forzaron la puerta del establecimiento religioso en la esquina de las calles Vergara y Salazar durante la madrugada del lunes e ingresaron al campanario para llevarse el elemento principal que estaba ubicado a varios metros de altura en la parroquia Santa Marta.

Si bien los delincuentes no fueron identificados, quedaron grabados en varias cámaras de seguridad del colegio parroquial. Allí se aprecia que ingresaron cerca de las 3:20 de la madrugada por la entrada de la calle Salazar.

En un trabajo que pareció premeditado, lograron sacar la campana, la cual está hecha de bronce y pesa poco más de 80 kilos. Se trata de un objeto de gran valor para la comunidad de la parroquia dado que fue construida con los aportes de los feligreses.

Muchos de los fieles colaboraron para su compra en el mes de diciembre, cuando la colocaron en reemplazo de la anterior, que llevaba 65 años sonando en la iglesia hasta que fue robada de una manera similar a esta hace poco menos de un año.

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Así era la campana robada. (Foto: Infobae)

Así era la campana robada. (Foto: Infobae)

Crece el robo del bronce

El robo de objetos de bronce afecta a muchas zonas de Buenos Aires, pero sobre todo a aquellos barrios en donde se encuentran construcciones clásicas de las primeras décadas del 1900.

El delito que comprende el robo de objetos de bronce de las edificaciones antiguas no solo provoca el deterioro de los frentes de los inmuebles, sino que también afecta la actividad de los consorcios.

Es que más allá de las complicaciones que provoca el robo de manijas, barandas y buzones, la falta de porteros eléctricos es lo que más perjudica a los residentes porque los deja incomunicados.

En este sentido, el caso de la parroquia de Villa Tesei se da a conocer solo horas después de que trascendiera el robo al picaporte de bronce del Palacio San Martín, el edificio de la sede de la Cancillería argentina que está ubicado en la zona de Retiro.

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