Y finaliza: “Bienvenido el aprendizaje. No te vas, vos estás para el que tiene el ojo del amor, te veo. Bienvenida a mis sueños, eterna en el universo. Te veré cuando también esté lista para ascender a la eternidad”.
Quien era Aimé Castillo, la bombero que encontraron sin vida
Aimé Castillo apenas de 23 años y desde hacía tiempo se desempeñaba como bombero voluntario en el cuartel de San Vicente, un lugar que se convirtió en su segundo hogar. Sus compañeros la describen como una joven comprometida, solidaria y apasionada por su trabajo.
Además de su trabajo como bombero, Aimé era muy querida por su entorno y tenía una relación muy cercana con su familia. Vivía junto a su padre y su hermana en San Vicente, aunque en los últimos días decidió mudarse temporalmente a la casa de su madre en Brandsen, buscando tranquilidad tras la pérdida dolorosa de su pareja, Daniel Gustavo Lencina , quien también era bombero voluntario.
Aimé era conocida por su carácter amable y su capacidad para ayudar a quienes la rodeaban. Su compromiso con los valores del servicio comunitario marcó su vida, una vocación que compartía con su novio, con quien trabajaba en el mismo cuartel.