Horror en Formosa

La historia de acoso que terminó con una secretaria asesinada y un intento de suicidio

Se supo que la víctima tenía previsto denunciar al agresor, ya que, según contó, el hombre no paraba de acosarla desde su separación.
El centro de estética donde ocurrió el femicidio. Foto: Télam.

El centro de estética donde ocurrió el femicidio. Foto: Télam.

Según trascendió, la víctima tenía previsto denunciar al agresor, ya que, según contó a sus allegados, no paraba de acosarla desde que se separaron en agosto pasado.

El hecho sucedió ayer por la mañana, cerca de las 9, cuando el cabo de la policía formoseña Sergio Patricio Galván, irrumpió en el centro de estética y dermatología situado en Yrigoyen al 400, en pleno centro de la ciudad de Formosa.

Tras amenazar a un paciente, el sujeto ejecutó de un tiro a su expareja, Luciana Teresita López (35), quien trabajaba como secretaria. Luego, se dirigió a un baño y se efectuó dos disparos, uno en el abdomen y otro en la cabeza, aunque sobrevivió y fue trasladado al Hospital Central de Formosa.

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Imagen a modo de ilustración. Foto: archivo.

Imagen a modo de ilustración. Foto: archivo.

Qué más se sabe del femicidio del policía en el centro de estética

La titular de la Dirección General de Violencia Intrafamiliar de la Policía de Formosa, comisaria general Silvia Van Dyk, informó que, al arribar la policía, la víctima ya había fallecido.

De acuerdo a la información suministrada por la funcionaria policial, López y Galván "habían mantenido una relación sentimental pero en agosto terminaron y, según allegados a la víctima, él no superó esa ruptura y la acosaba permanentemente".

Van Dyn dijo que si bien "no existen denuncias" por violencia o acoso contra el policía, los familiares y amigos de la víctima dijeron que ella "hoy iba a denunciarlo cuando saliera del trabajo".

Por su parte, la dueña del centro de estética donde se cometió el femicidio, Mariana Barbetti, dijo a radio FM Digital de Formosa que "Teresita había terminado la relación con este policía pero él la acosaba permanentemente. Ella le decía que entraba a las nueve de la mañana y él a las nueve y cinco pasaba a controlarla".

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