“Para mí tendría que haber ido a un centro de rehabilitación”, afirmó ante el Tribunal Oral en lo Criminal N.º 3 de San Isidro. Ya lo había advertido en noviembre de 2020, cuando fue convocado por la Clínica Olivos para evaluar el tratamiento que estaba recibiendo Diego luego de su cirugía por un hematoma subdural. Sin embargo, su recomendación fue desestimada.
“Cuando un paciente está de alta hospitalaria, no necesariamente está de alta médica”, remarcó. Según Schiter, llevarlo a una casa después de salir de una institución de alta complejidad implicaba un peligro, y el seguimiento médico que recibió no fue el adecuado. También señaló que el cuerpo de Maradona, tras su muerte, reflejaba un deterioro que se había acumulado en los días previos.
Qué más declaró el ex médico de Maradona y contra quiénes apuntó
Su declaración no solo complicó a Luque, sino también a los otros imputados: la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, entre otros.
“El centro de rehabilitación era un lugar más protegido para él. Me parecía al menos arriesgado llevarlo a una casa”, insistió el profesional, quien además participó como veedor en la autopsia de Diego a pedido de Claudia Villafañe.
Schiter relató también cómo conoció a Maradona y recordó su rol durante la grave crisis cardíaca de 2000. Lo recibió en Buenos Aires tras su internación en Punta del Este por una arritmia ventricular fatal, producto de una intoxicación por drogas.
“Vino en una condición muy crítica hasta que iniciamos una desintoxicación”, explicó. Luego, lo acompañó a Cuba, donde Diego eligió continuar su rehabilitación.
“Yo no soy el típico futbolero que se dejaba llevar por estar frente a él y eso nos permitió acercarnos. También teníamos hijos de la misma edad”, recordó Schiter, quien aseguró que hubiera querido transmitirle su experiencia a Luque, así como lo hizo Alfredo Cahe con él en aquel entonces.