“Todos los psicópatas son asesinos.” Esa publicación, que pasó casi inadvertida en su momento, ahora se interpreta como una advertencia. Amigos y conocidos aseguran que Luna venía recibiendo amenazas y hostigamientos de parte de Laurta desde hacía meses.
En otro mensaje, publicado apenas cinco días antes del crimen, Luna escribió: “Por tu propia salud mental, toma las señales confusas de las personas como un rotundo no.”
Una frase corta, pero que refleja el grado de desconfianza, miedo y agotamiento emocional de quien había atravesado una relación marcada por la violencia.
Solo cuatro días antes de ser asesinada, Luna compartió una foto junto a su hijo. En la imagen se los ve sonriendo, abrazados, en un día de sol. El texto que acompañaba la publicación conmovió a todos los que la conocían:
“Las madres no tienen plan B.” Debajo, Luna comentó: “Lo más hermoso”, en alusión al pequeño. Era una frase simple, cotidiana, pero que hoy duele leer sabiendo cómo terminó la historia.
Según relataron allegados, Luna había intentado reconstruir su vida en Córdoba junto a su madre, después de escapar de Uruguay, donde denunció a Laurta por violencia de género. En esa oportunidad, la Justicia le otorgó un botón antipánico, aunque no llegó a activarlo al momento del ataque.
La última publicación
La noche anterior al crimen, Luna publicó un mensaje muy distinto, de esperanza. Celebraba un logro académico relacionado con su carrera universitaria en Agronomía:
“Vamos bien. ¡Qué lindo es llorar de felicidad! Lo que es para uno, siempre termina llegando. Gracias a Dios.”
Era su última publicación. Doce horas después, fue asesinada de un disparo.