Lucas Nahuel Aguilar, un repartidor de 20 años, fue asesinado en Moreno, tras intentar intervenir en una pelea callejera.
Aberrante. El crimen ocurrió en la intersección de Asconapé y Alem, en Moreno (Foto: captura de TV).
En un nuevo caso de violencia urbana, Lucas Nahuel Aguilar, un repartidor de 20 años, había alzado la voz en la televisión para denunciar la inseguridad que sufrían él y sus compañeros de trabajo en la zona de Moreno. Contó que había sido víctima de cinco intentos de robo y que, en el último, estuvo a punto de perder un ojo.
Apenas unos días después de aquella declaración, su nombre se sumó a la lista de víctimas de la inseguridad que se vive en el conurbano: fue asesinado de al menos siete puñaladas, tras intentar intervenir en una pelea callejera.
El crimen ocurrió en la intersección de Asconapé y Alem, cuando un hombre que esperaba el colectivo comenzó a discutir con un vendedor ambulante.
Según testigos, el agresor le dijo: "¿Qué mirás?" y la discusión escaló hasta convertirse en una pelea. En medio del forcejeo, el atacante huyó corriendo y varios vecinos lo persiguieron, entre ellos Aguilar.
Pero la persecución terminó en tragedia. En plena calle, el agresor sacó un cuchillo y apuñaló tanto al vendedor ambulante, Leonardo Ernesto Merollo, de 32 años, como al joven repartidor.
Aguilar recibió heridas mortales en el tórax y, aunque fue trasladado a un hospital cercano, no logró sobrevivir. Merollo, en tanto, se encuentra internado en grave estado tras haber recibido dos puñaladas en el tórax y el abdomen.
El homicida, identificado como Luis Benjamín Benítez, de 38 años, fue detenido poco después. Se supo que tenía antecedentes penales por robo agravado y robo simple.
Días antes de ser asesinado, Aguilar había sido entrevistado por C5N, donde advirtió sobre los peligros que enfrentaban los repartidores en las calles. En la nota, había denunciado que los asaltos eran constantes y que los delincuentes utilizaban distintas estrategias para emboscarlos.
"Cinco veces me quisieron robar y, la última vez, casi pierdo el ojo", contó en televisión. Además, detalló cómo operaban los ladrones: "Te agarran entre tres o cuatro y te encierran o se hacen pedidos falsos para robarte la moto".
Según trascendió, Lucas trabajaba 12 horas al día, desde el mediodía hasta la medianoche. Tras el crimen, un grupo de repartidores se dirigió a la comisaría Primera de Moreno para manifestarse y exigir respuestas.
