"La hipótesis más aceptable -de acuerdo a todas las evidencias recolectadas- es que se trató de un accidente", indicó Ríos. En la embarcación no se encontraron signos de violencia: las cañas y anzuelos estaban preparados, el mate listo con agua caliente, y los chalecos salvavidas estaban a bordo, aunque no puestos.
La autopsia confirmó que ambos fallecieron por ahogamiento por inmersión y que ninguno presentaba lesiones o anomalías.
desaparecido parana.jpg
Pablo Ovando y su hijo Agustín fueron encontrados sin vida en el río Paraná. (Foto: archivo)
Según explicó el fiscal a Aire de Santa Fe, en la zona donde trabajaron los buzos hay pozos de entre 8 y 12 metros de profundidad, con corrientes de hasta cinco nudos. “Por más que una persona sepa nadar, no es posible resistir semejante fuerza del agua”, detalló.
La muerte de Pablo y su hijo causó una profunda conmoción en Reconquista y en toda la región. Ovando era dueño de Pirayú Excursiones, una empresa dedicada al turismo de pesca y promotora del sitio Jaaukanigás como destino natural. Además, era piloto de motos de agua y organizador de competencias acuáticas en la zona.