"Te espero en el supermercado chino. No digas nada de dónde voy a estar."
Ese escueto texto fue el primer indicio de que Morena no se había ido al azar, sino que había algún tipo de planificación previa o un encuentro acordado. A partir de ese momento, la angustia se apoderó de sus padres, que comenzaron a buscarla desesperadamente y a difundir su foto por redes sociales y medios de comunicación.
Sin celular, sin dinero, sin documentos
Uno de los datos más alarmantes que surgió de inmediato fue que la adolescente se había marchado sin llevarse ni el celular ni sus documentos personales. Tampoco tenía dinero, lo que reducía aún más sus posibilidades de movilizarse con libertad. Solo llevaba consigo una mochila color bordó, vestía pantalón beige, campera blanca y zapatillas blancas.
"No tenía absolutamente nada con ella. Solo su mochila con pocas cosas. Por eso no entendíamos cómo podía haberse ido tan lejos. Pensamos que volvería en pocas horas", explicó su madre, entre lágrimas, en una entrevista televisiva.
La policía comenzó a trabajar en varias hipótesis. Una de las primeras fue que Morena podía haber sido captada por alguien que le ofreció ayuda o refugio, aprovechando su vulnerabilidad emocional.
Una imagen reveladora: la moto en la que se habría ido
Mientras la investigación avanzaba, un dato clave apareció en la pantalla de Arriba Argentinos, el noticiero matutino de El Trece. Allí se difundió la última imagen conocida de la adolescente, captada por una cámara de seguridad:
Morena aparecía subiéndose a una moto junto a otra persona.
"Esta imagen es reveladora. Se está activando un operativo de búsqueda más preciso. Se pidieron más grabaciones para reconstruir el recorrido", afirmaron en el noticiero.
Ese video se convirtió en el punto de partida para rastrear los movimientos de la adolescente, y en simultáneo, la policía solicitó la colaboración del Centro de Monitoreo Urbano para acceder a las cámaras de seguridad de la Ciudad y la Provincia.
Las redes y la comunidad: un esfuerzo colectivo
Mientras la policía realizaba su parte, la comunidad de Banfield se movilizó. Grupos de vecinos organizaron búsquedas por la zona, se distribuyeron volantes y se activaron cadenas en WhatsApp, Facebook e Instagram con la imagen de Morena.
La familia también recibió cientos de mensajes de personas que aseguraban haber visto a una joven con esas características en diferentes puntos del conurbano y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Aunque muchos de esos datos resultaron ser falsos, mantuvieron viva la esperanza de encontrarla con vida.
El hallazgo en Constitución: sola, confundida y a salvo
Finalmente, este miércoles por la noche, una patrulla policial divisó a una joven caminando por las calles de Constitución, visiblemente desorientada. Al acercarse, confirmaron que se trataba de Morena. Según informaron fuentes policiales, la menor no ofreció resistencia y se mostró aliviada al ser reconocida.
Fue trasladada de inmediato a una comisaría porteña y luego derivada al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez para una evaluación médica y psicológica. La primera conclusión de los profesionales fue que la adolescente no presentaba signos de violencia física, pero se encontraba emocionalmente afectada.
Las preguntas que quedan abiertas
A pesar del alivio por el hallazgo, el caso deja varias incógnitas sin resolver. ¿Con quién estuvo Morena durante todos esos días? ¿Fue asistida por alguien? ¿Hubo algún adulto que la retuvo o la protegió? ¿Tuvo acceso a un lugar donde dormir, comer, asearse?.
La investigación ahora apunta a rastrear los movimientos de la adolescente entre Banfield y Constitución, con la ayuda de registros de cámaras, testigos y comunicaciones. También se analiza si la carta que dejó pudo haber sido escrita bajo influencia o presión de un tercero.
La voz de la familia: entre el alivio y la preocupación
Los padres de Morena hablaron con la prensa después de reencontrarse con su hija. "Estamos aliviados, pero todavía no entendemos todo lo que pasó. Morena está bien, pero necesitamos respuestas", declaró su padre.
Por su parte, su madre remarcó que la familia está dispuesta a acompañarla con apoyo psicológico y afectivo, pero también exigió que se investigue si alguien la manipuló o ayudó a permanecer lejos.
"Es una nena de 13 años. No puede andar sola casi una semana sin que nadie se dé cuenta. Alguien la vio, alguien la ayudó, alguien sabe algo", dijo con firmeza.
La investigación continúa
El caso, que fue caratulado inicialmente como averiguación de paradero, pasó ahora a la órbita de una fiscalía especializada en delitos contra la integridad de menores. Se espera que en las próximas horas Morena declare en Cámara Gesell, para preservar su integridad emocional y obtener información certera sobre lo que vivió durante su ausencia.
Mientras tanto, desde la Dirección de Niñez y Adolescencia se evalúa su situación familiar para determinar si es necesario implementar alguna medida de resguardo temporal o si puede regresar a su hogar con garantías de contención emocional.