Estas declaraciones apuntan a que el gobierno de Maduro sospecha que Gallo estaba en una misión de espionaje. Cabello también fue tajante al desestimar las explicaciones que vinculaban la visita del gendarme a motivos personales, como su relación con María Gómez. “Todos ponen una fachada. ‘Tenía su novia’. Todos ponían esa excusa”, agregó el ministro.
Además, el funcionario venezolano lanzó críticas al gobierno argentino y a la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich: “La fascista Patricia Bullrich (dijo) ‘será causa de guerra’. Declárele la guerra a Inglaterra, que le robaron las Malvinas. ¿Eso no es causa de guerra?”.
La familia de Nahuel Gallo vive momentos de angustia desde su detención. Desconocen el estado en el que se encuentra y temen por su integridad física. Con 27 años, el gendarme había planeado el viaje para reunirse con su pareja y su hijo, pero terminó enfrentando acusaciones graves que complican su liberación.
Según sus allegados, no hay pruebas que respalden las acusaciones de espionaje, y todo apunta a una detención arbitraria en el marco de tensiones políticas entre Argentina y Venezuela.
Ante el delicado escenario, la Cancillería argentina está llevando a cabo gestiones diplomáticas para lograr la liberación de Nahuel Gallo detenido en Venezuela. Las negociaciones no serán fáciles, considerando la postura firme del gobierno venezolano y las tensiones políticas entre ambos países.
Desde el gobierno argentino no se ha emitido una respuesta oficial contundente más allá de confirmar que están al tanto del caso y trabajando en su resolución. Sin embargo, las declaraciones de Diosdado Cabello sugieren que la justicia venezolana no cederá fácilmente.
La detención de Nahuel Gallo no puede separarse del contexto político entre Argentina y Venezuela. Las acusaciones de espionaje no son nuevas en la región y han sido utilizadas en el pasado para justificar arrestos de extranjeros. El gobierno de Nicolás Maduro mantiene una política estricta respecto a posibles intervenciones extranjeras, especialmente en un contexto de creciente aislamiento internacional.
Además, las declaraciones de funcionarios venezolanos, como las críticas a Patricia Bullrich, evidencian que la situación no solo afecta a la familia del gendarme, sino que podría tener consecuencias diplomáticas más amplias.
La última imagen de Nahuel Gallo detenido en Venezuela antes de su captura se ha convertido en un símbolo de la incertidumbre que rodea su caso. La fotografía muestra a un joven gendarme en un viaje que, en apariencia, era personal. Sin embargo, para el gobierno venezolano, esta imagen representa algo más: una presunta operación encubierta.
Este caso plantea preguntas sobre los derechos de los detenidos en situaciones políticas tensas y sobre la transparencia de las acusaciones de espionaje. La familia de Gallo, por su parte, insiste en su inocencia y pide a las autoridades argentinas una intervención más firme.
El futuro de Nahuel Gallo detenido en Venezuela es incierto. El ministro del Interior venezolano ha declarado que “está en manos de la Justicia”, y asegura que en su país “hay una Justicia que funciona de verdad”. No obstante, en casos similares, los procesos judiciales han sido largos y complejos, especialmente cuando están relacionados con acusaciones de espionaje.
La intervención diplomática será clave para definir el destino del gendarme argentino. Mientras tanto, su familia y la opinión pública argentina siguen esperando respuestas y una pronta liberación.