Misterio en Brasil

Un argentino desapareció en Río de Janeiro y la familia tiene la peor sospecha: la pista clave

Tiene 54 años y viajó a la ciudad carioca para pasar unos días de vacaciones. Sin embargo, desapareció hace días y su familia no sabe nada de él. No sería el primer caso que sigue la policía de Río.

Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Es argentino

Es argentino, tiene 54 años y no se sabe nada de él desde que llegó a Río de Janeiro. (foto: A24.com)

La angustia se apoderó de una familia argentina luego de que Alejandro Ainsworth, de 54 años, desapareciera en Río de Janeiro. Desde el domingo por la noche, cuando se comunicó por última vez con sus seres queridos, no se supo nada más de él. Había viajado para pasar unos días de vacaciones en Copacabana.

La última imagen suya en tierras cariocas corresponde a esa misma noche, cuando salió del hospedaje en el que estaba alojado. Pocas horas después, durante la madrugada del lunes, comenzaron a registrarse movimientos bancarios sospechosos, cambios de contraseñas y pedidos de préstamos desde sus cuentas personales.

Sumado a que Alejandro no daba señales de vida, su familia en la Argentina comenzó a pensar en posibles consecuencias. Una de ellas, es que lo hayan secuestrado para obligarlo a entregar sus tarjetas de créditos y códigos de contraseñas para poder ingresar a sus cuentas y desvalijarlo.

Otro detalle nada alentador: los investigadores confirmaron que el celular de Ainsworth tomó automáticamente una fotografía alrededor de las 7 de la mañana del lunes en un sitio aún no identificado. La imagen habría sido subida a la nube sin que él lo advirtiera, lo que refuerza la hipótesis de que estaba en manos de otras personas.

El teléfono, según la familia, continuó activo hasta las 21 horas del mismo día, pero desde entonces no volvió a emitir señales claras sobre su paradero. Esa información técnica fue clave para que la policía de turistas brasileña abriera una investigación formal y pusiera en marcha un operativo de búsqueda.

Ante la gravedad de la situación, los hijos de Ainsworth viajaron a Río de Janeiro para colaborar directamente con las autoridades locales. Pero no pudieron hallar a su padre, lo que vuelve el caso mucho más grave que si solo fuera el robo de sus tarjetas y el dinero de sus cuentas. Ya hay varias denuncias de casos similares con turistas ocasionales en la "ciudad maravillosa".

el auto del argentino en Río
El auto del argentino desaparecido, en una calle de Río de Janeiro, abandonado. (Foto: Gentileza G1)

El auto del argentino desaparecido, en una calle de Río de Janeiro, abandonado. (Foto: Gentileza G1)

Un viaje de placer ya es una pesadilla

Ainsworth vive en Villa Urquiza y viajo para un descanso hasta Río de Janeiro. Todo iba bien hasta el día domingo. En ese momento se perdió el contacto con él y comenzaron a suceder cosas extrañas. Alejandro no respondía los mensajes. Así durante mucho tiempo. Hasta que de pronto, apareció una fotografía que no tenía sentido ni explicación, sacada con su aparato de teléfono. Pero ya era el día lunes. Durante la madrugada del domingo al lunes, sucedió lo peor. En Buenos Aires, su familia comenzó a notar extraños movimientos en cuentas de dinero y con la tarjeta. Ante la sorpresa y la sospecha por no saber nada del jefe familiar, avisaron al banco y dieron de baja a las tarjetas y pudieron neutralizar algunas operaciones injustificables. Pero la ausencia de señales de Alejandro obligó a tomar otras medidas. Sus hijos viajaron de inmediato a Río de Janeiro.

argentino desaparecido
De vacaciones. Una selfie en Copacabana. Luego todo cambió y no se sabe nada de él. (foto:Gentileza G1)

De vacaciones. Una selfie en Copacabana. Luego todo cambió y no se sabe nada de él. (foto:Gentileza G1)

Denuncia de paradero, movilización de la policía, pero sin datos concretos

Sus hijos fueron a realizar la denuncia de paradero a la policía. Allí se asentó una causa y comenzó la búsqueda. Mientras los hijos colaboraron como pudieron. Por ejemplo, visitando hospitales y preguntando por su padre. Pero en ningún centro de salud se atendió o estaba internado alguien con sus datos. El misterio de su desaparición continuó.

Entonces, la pesquisa policial se enfocó en un problema que sucede con frecuencia en Río. Hay turistas que son sorprendidos mientras pasean o son engañados. Entonces, delincuentes los retienen cautivos para sacarle todo lo que llevan y lo que poseen. Es decir, lo despojan de celulares, relojes, anillos y otras cosas de valor. Pero además, de manera violenta logran que las víctimas de esos "secuestros al paso" entreguen sus tarjetas de crédito y sus contraseñas (de los plásticos y de cuentas bancarias). Lo que sigue es un fenómeno de estafa a nivel mundial. Compras por cosas de gran valor (inusitadas para el movimiento habitual de un cliente), transferencias abultadas sin justificativo o extracciones de dinero en cajeros automáticos muy suprior a lo que puede entenderse como un gasto diario.

Así, un turista retenido contra su voluntad pierde grandes sumas de dinero. Mientras tanto, la policía y los hijos de Alejandro siguen la búsqueda. El consulado argentino en Río también presta su colaboración. Ya pasaron más de 4 días. Sin una sola pista de su paradero.