Ana corrió hacia ella, desesperada. “Lo primero que hice fue fijarme si estaba bien. Estaba llorando, temblando, sin entender qué pasó”, relató.
Un policía vio todo, pero igual lo dejaron ir
La zona es muy transitada y, como suele ocurrir en ese horario, había gente caminando cerca. Incluso, en la esquina había un policía que escuchó los gritos de la mamá y se acercó inmediatamente.
Cuando lo interceptaron, el agresor mostró un carnet que llevaba encima. “El policía me decía: 'Pero tiene un carnet'. ¿Un carnet para qué? ¿Para pegar? ¿Para matar? ¿Para ser violento?”, cuestionó la madre, furiosa.
La discusión duró algunos minutos, durante los cuales los vecinos se acercaron para evitar que el hombre escapara. Se llamó al 911, llegaron varios patrulleros y la situación parecía encaminada a quedar bajo control… hasta que apareció otro actor inesperado.
La madre del agresor defendió a su hijo: “No es violento”
Minutos después del ataque, llegó al lugar la madre del agresor, una mujer que vive a pocas cuadras. Según relató Ana, la mujer buscó justificar el accionar de su hijo.
“Vino a decirnos que él no es violento, que seguramente algo le habíamos hecho. ¡Le pegó a mi hija de seis años! ¡Y está todo filmado!”, contó la mamá de la nena, todavía en shock.
La conversación se volvió cada vez más tensa. Ana incluso pidió a los policías que no permitieran que la mujer se acercara más, para evitar que la situación empeorara frente a los chicos.
La decisión que indignó a todos: el fiscal ordenó liberarlo
El cuadro parecía encaminarse hacia la detención, pero no fue así. De acuerdo con el relato de la madre y de los testigos, el fiscal que intervino nunca se presentó en el lugar. Realizó una evaluación telefónica y ordenó que el agresor fuera “liberado”.
“¿El fiscal vio el video? No lo sé. La policía sí lo tenía. Vimos las fotos, las capturas. Y aun así lo dejaron ir”, cuestionó Ana.
“Podría estar contándolo desde una funeraria”
La mamá de la nena fue contundente al describir el nivel de peligro que enfrentó su hija: “Doy gracias de no estar dando esta nota desde una funeraria. Si ella caía mal, si se golpeaba la cabeza, si él tenía un cuchillo… ¿qué pasaba?.”
El episodio recordó inmediatamente el caso de la turista brasileña asesinada días atrás, también en la zona, tras ser empujada por un hombre con antecedentes psiquiátricos. Esa muerte evidenció una problemática grave: personas con trastornos severos que circulan sin control, sin acompañamiento, sin medicación y sin supervisión institucional.
La ley de salud mental, en el centro del debate
Para Ana, y para muchos de los vecinos que presenciaron la escena, el problema no es solo el agresor, sino “una ley que no sirve para nada”.
“Si la hubiese matado, estaría seis meses en una institución y después lo largan. No me queda otra que mentirle a mi hija para que no tenga miedo… pero la verdad es que sí estamos en peligro”, concluyó.
Imágenes que estremecen: nadie ayudó a la nena
Otro detalle de la secuencia que llamó la atención es la reacción -o la falta de reacción- de quienes pasaban por el lugar.
Ana asegura que en el video se ve cómo una persona observa la patada, mira a la nena tirada y sigue caminando. “Es muy loco lo que nos pasa como sociedad”, reflexionó, y agregó: “Ver cómo golpean a una nena y seguir como si nada es tremendo”.
La pequeña fue atendida por el SAME, que confirmó que no sufrió lesiones de gravedad, aunque quedó profundamente asustada.
“Se despertó diciendo que tenía miedo. ¿Qué le digo? ¿La verdad? No puedo”, dijo su mamá con angustia.
La batalla judicial recién empieza
Para poder acceder a la causa y conocer la identidad del agresor, Ana debe contratar un abogado penalista. “Por ahora lo único que me dicen que puedo pedir es que esta persona no pueda salir solo a la calle”, explicó.
La mujer reconoce que, tras ver lo ocurrido con la turista brasileña y escuchar testimonios de otros vecinos, siente que la ciudad atraviesa un problema serio. “Somos un número más en la estadística de gente agredida en la calle por personas descompensadas”, lamentó.