El precio de la fama

Messi, LeBron, Nadal y Maradona, talentos zurdos con una distribución en común: la lateralidad cruzada

Carlos Arasaki
por Carlos Arasaki |
Messi, LeBron, Nadal y Maradona, talentos zurdos con una distribución en común: la lateralidad cruzada

El cerebro se subdivide en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo, y ambos están unidos por un cuerpo calloso, un haz de conexiones neuronales que los comunica y coordina. A su vez, cada hemisferio se especializa en funciones y habilidades diferentes, y controla los músculos del lado opuesto del cuerpo. Dicho de otro modo: el cerebro está lateralizado y esta distribución se denomina lateralidad.

Según cómo se distribuyan esas funciones corporales –explica el sitio lateralidad.com–, utilizaremos preferentemente un lado u otro del cuerpo (el derecho o el izquierdo) para realizar las acciones cotidianas: escribir, lanzar un objeto, patear una pelota. Cuando una persona usa el lado derecho de su cuerpo para realizar todas las actividades, es diestra; cuando en cambio utiliza el lado izquierdo, es zurda. En ambos casos, la lateralidad es homogénea: es la misma para la mano, pierna y pie dominantes, ojos, oídos y cervicales.

Sin embargo, en una de cada cuatro personas, y debido a causas genéticas, el proceso de lateralización, que finaliza aproximadamente a los cinco años de edad, no se produce correctamente, por lo que no son homolateralmente diestras o zurdas. A esta lateralidad heterogénea la denominamos lateralidad cruzada.

MESSI Y MARADONA

Los dos mejores futbolistas zurdos de la historia escriben y juegan al tenis con la mano derecha. Ambos utilizan eminentemente la pierna izquierda para patear y tienen una disparidad entre un pie y el otro mayor que la que posee, por ejemplo, Cristiano Ronaldo. De los 683 goles que Messi lleva anotados con el pie, sólo 89 fueron de derecha, es decir apenas el 13 por ciento.

Según contó Paul Dorochenko –un destacado profesional de las ciencias aplicadas al deporte de quien hablaremos más adelante– en una entrevista de La Nación escrita por Marcelo Gantman en 2011, “Messi es homogéneo. Se para en la banda derecha porque así tiene una visión amplia del espacio que intenta abarcar. Su ojo y su pierna dominante es la izquierda: si se parara en el otro lado del campo, su tendencia sería la de mirar hacia fuera. Si se fijan, Messi va sobre seguro, hace casi siempre la misma jugada y los mismos movimientos. Hace lo que controla. Desde ya que tiene un gran talento y es creativo, eso no se discute. Pero Maradona era cruzado y para mí en la fase de destreza y habilidad era superior a Messi”.

Dorochenko considera homogéneo a Messi porque define la lateralidad en función de la relación óculo-podal: pie y ojo dominante. Claro que si se tomara el vínculo óculo-manual o el podal-manual, Messi pasa a ser heterogéneo.

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Messi y Maradona, zurdos para patear y diestros para escribir.
Messi y Maradona, zurdos para patear y diestros para escribir.

VENTAJAS DE LA LATERALIDAD CRUZADA

Guido Dorman revela que también es diestro con la mano y zurdo con el pie, pero aclara enseguida que no es ”ningún Messi ni Maradona”. Lo suyo es la medicina. Es neurólogo de la Clínica de Memoria del Instituto de Neurología Cognitivo (INECO) y brinda sus conocimientos para desentrañar la magia de los “10” cruzados.

“Lo que tengo como evidencia y lo que puedo aportar es una opinión de algo que no está del todo descripto y que forma parte de una serie de hipótesis: probablemente la mayoría de los zurdos tienen mayor bilateralidad y según el estímulo que reciban desde niños, por ejemplo, escribir, pueden desarrollar espontáneamente habilidades con uno u otro lado del cuerpo”, le cuenta a Ovación24.

¿Qué ocurre en el deporte? “Esto se plantea como un beneficio y hay evidencias claras en atletas de élite como Maradona, Messi o Nadal que entran en la regla. Respecto a las ventajas, hay dos hipótesis que se plantean: en primer lugar, que la bilateralidad, el manejar ambos lados, les da a estos deportistas una ventaja adaptativa y, como segundo punto, el factor sorpresa, la descolocación y una mayor dificultad a lo que el rival está acostumbrado. Los que tienen lateralidad cruzada probablemente tengan dominancia bilateral y eso les permitiría un mejor funcionamiento, con este factor sorpresa como plus”, explica Dorman.

Esto va en línea por lo que sostienen A. M. Williams, K. Davids y J. G. P Williams en su libro Visual perception and action in sports: como el ataque del zurdo es menos frecuente, las reacciones defensivas son menos automáticas y, por lo tanto, posiblemente menos efectivas. Particularmente en los deportes interactivos, el rendimiento depende de las habilidades perceptivas o anticipatorias para ese deporte específico.

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LEBRON Y NASH

LeBron James es un caso de lateralidad muy especial: es zurdo para todo menos para jugar al básquet y forzó el cruzamiento para copiar a sus modelos. Así lo reveló en una conferencia de prensa de 2017: “No tengo la menor idea de por qué tiro con la derecha siendo zurdo, pero probablemente sea por Michael Jordan. Él, Penny Hardaway, tipos a los que yo admiraba mientras crecía. Vi que ellos tiraban con la derecha y comencé a hacerlo, pero soy una persona que es básicamente zurda. Quizás cuando sea más viejo mis lanzamientos parezcan más geniales porque se conoce esto”.

The King puntualizó de igual modo en la importancia de manejar ambos perfiles: “Ya en mi primera práctica me impulsaron a entrenar bandejas con ambas manos. Desde ese momento, lo practico todos los días. No tomo muchos tiros con la zurda, pero sí soy capaz de anotarlos cuando lo hago”.

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Steve Nash invierte habilidades según el deporte del que se trate. El ex base, hoy entrenador de Brooklyn Nets y dos veces MVP de la NBA, es diestro para jugar al básquet y para escribir, pero suele demostrar el talento de su pierna izquierda para jugar al fútbol. Apasionado por este deporte, es desde 2016 uno de los dueños del Mallorca, equipo con el que entrenó más de una vez.

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EL ENTRENAMIENTO NEUROMOTOR

Paul Dorochenko, fisioterapeuta, osteópata, preparador físico y entrenador de tenis de la ATP, es uno de los profesionales más respetados en las ciencias aplicadas al deporte y desarrolló un revolucionario concepto de reprogramación neuromotriz llamado ALLYANE que tiene a la lateralidad como eje principal.

El método ALLYANE actúa sobre el control cerebral del movimiento y permite restaurar las habilidades motoras en personas que no tienen una motricidad completa. En lugar de trabajar el holograma del movimiento, se intenta cambiar directamente la orden en la corteza cerebral, mediante la asociación de sonidos de baja frecuencia junto con visualización de imágenes.

Dorochenko, preparador físico de Roger Federer entre 1998 y 2000, explicó el funcionamiento en una nota publicada en Infobae en 2017 a partir de un ejemplo aplicado al tenis: "El movimiento (que se quiere corregir) se graba en cámara lenta y se analiza. Luego, se saca al tenista de pista y se trabaja el gesto sin raqueta hasta conseguir una sensación física agradable. Después, acostado y con unos cascos puestos, pasa a escuchar sonidos de baja frecuencia que consiguen una reprogramación neuromotriz. El cerebro imagina, desgrava lo que se ejecuta mal y luego interioriza lo que está bien identificándolo con esa sensación agradable. El futuro es el entrenamiento neuromotor".

Incluso, por aquel entonces, este especialista francés de origen argelino brindó una posible solución para Juan Martín del Potro, quien entre su rodilla derecha y ambas muñecas ya acumula siete intervenciones: "Es cierto que nunca en la historia de la ATP un jugador con operaciones de esta magnitud volvió a ser el mismo, pero él necesita recuperar la fe en su revés a dos manos. Por eso lo que quiero proponerle es simple: una reprogramación neuromotriz que le diga a su cerebro que ya puede volver a pegar su revés".

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Dorochenko trabajó con Federer en los inicios del carrera profesional del suizo.
Dorochenko trabajó con Federer en los inicios del carrera profesional del suizo.

NADAL Y FEDERER

El mejor tenista de la historia sobre polvo de ladrillo ni siquiera tendría que soltar la raqueta de la mano con la que ganó 13 veces Roland Garros para empuñar el fibrón y autografiar la cámara: Rafael Nadal juega al tenis con la izquierda, pero firma con la derecha. Su lateralidad heterogénea se completa además con su óptica. “Tiene ventaja porque como zurdo utiliza el ojo derecho y cuando pega el drive su visión de tiro es completa”, suma Dorochenko.

Roger Federer es diestro para ejecutar ese revés magistral y para tomar apuntes, pero se vuelve cruzado en el tándem óculo-manual: mano derecha hábil, ojo izquierdo dominante. Sobre el suizo, Dorochenko tiene una consideración especial y la contó en una entrevista con La Razón (España) escrita en 2018 por Francisco Martínez: "Para mí, de verdad, puede jugar hasta los 40 sin problema. Lo dejará cuando empiece a perder contra gente más normal. No creo que pudiera aguantarlo, le gusta ganar, como a todos, pero a él más. Cuando lo ves andar tiene una motricidad y tiene una forma de moverse que es impresionante. Su madre me decía siempre que no lo veía muy inteligente, y es verdad que nunca trabajó muy bien en la escuela, no fue muy buen alumno, pero el tenis lo vive tan bien, entiende la pista, lo que tiene que hacer, inventa. Muchas veces le das consejos y no te hace ningún caso, tú como entrenador te vuelves loco, porque al final se lo inventa. Él utiliza lo que le da la gana".

Dorochenko conoce muy bien la importancia que tiene la aplicación práctica de su método en los momentos decisivos del tenis: "Si yo tengo un jugador que es zurdo-homogéneo no lo dejaría que en un 5-5 en un tie break pegue un drive paralelo. Es un riesgo innecesario porque ese es el golpe menos natural que tienen. En una situación límite yo le pido que haga lo que mejor le sale. Y si es zurdo que juegue cruzado a un lado y al otro, que es un esquema que en su carrera utilizará cientos de veces”.

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Nadal y Federer compartieron un dobles soñado en la Laver Cup.
Nadal y Federer compartieron un dobles soñado en la Laver Cup.

OTROS APORTES

Markus Hausmann, médico, profesor de la Universidad de Durham y editor de la revista científica Laterality, brindó más información sobre el concepto de lateralidad en una nota publicada este año por Clarín y escrita por Waldemar Iglesias: "Un estudio reciente estimó que el 89,4% de la población mundial es diestra y el 10,6 es zurda. Si bien la predominancia derecha general es similar para la posición de las manos y los pies, un estudio con más de 12.000 participantes encontró que solo el 61.6% tiene preferencia por el pie derecho, en comparación con sólo el 8.2% de pie izquierdo y el 30.2% de pie mixto. A partir de estos números queda claro que la dominancia de la mano y el pie no necesariamente se corresponden. Además, lo que estos números no nos dicen es qué tan fuerte es la preferencia individual por un lado. En otras palabras, no todos usan la misma mano o pie para todas las actividades".

También es valioso lo que aporta Lucía Alba Ferrara, neurocientífica e investigadora del ENyS-CONICET, acerca de la proporción zurdos-diestros en el mundo: "Existen datos que demuestran que, entre deportistas de élite, los zurdos están sobrerrepresentados en comparación con su prevalencia en la población general. Esta sobrerrepresentación se da en la mayoría de los deportes interactivos en los que dos o más atletas juegan o luchan entre sí directamente (por ejemplo, tenis, esgrima o boxeo), pero no en deportes no interactivos o individuales (por ejemplo, golf o natación).

Referir a Messi, Maradona, Nadal (y LeBron, diestro convertido) es muchas veces aludir al prejuicio sobre si los zurdos son más creativos o tienen mayor aptitud para las actividades deportivas o las expresiones artísticas. A propósito de esto, el doctor Claudio Waisburg, director del Instituto Neuropediátrico SOMA, le explicó a Ovación24 que “el cerebro controla el cuerpo de un modo cruzado y casi siempre el hemisferio izquierdo es el dominante, por lo que la mayoría de las órdenes están destinadas a la parte derecha del cuerpo. Esto es cierto en los diestros en un alto porcentaje, pero en los zurdos no. En aproximadamente la mitad de los zurdos, el lado izquierdo del cerebro rige el lado izquierdo del cuerpo. Las personas diestras tienen dominancia por el hemisferio cerebral izquierdo, los zurdos y ambidextros, pueden presentar dominancia izquierda, derecha o cruzada. En su libro Right-Hand, Left-Hand, Chris McManus, de la Universidad College of London, dice que la proporción de zurdos está en alza, y sostiene que el colectivo zurdo ha producido históricamente una cuota por encima de la media de grandes triunfadores”.