“Vergonzoso. Esta tapa y esta historia no tienen nada que ver con el periodismo y dañan a la democracia. Mi solidaridad y apoyo a la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña”, afirmó por su parte Macri.
Acuña no sólo recibió el apoyo de los mencionados dirigentes, sino además de referentes de la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica (CC-ARI) y un sinfín de adhesiones del PRO entre ellas la del vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli. “Vincular a Soledad Acuña con una de las etapas más tristes y trágicas de la historia es inaceptable. Mi total repudio a esta acusación forzada, que no construye y que afecta a quien considero una gran persona, una excelente funcionaria y responsable de una gestión impecable”, consideró el vicejefe de Gobierno.
Sin decirlo abiertamente, en el Gobierno porteño no podían creer lo que estaban viendo con la tapa del mencionado diario. La vinculación de su dueño, el titular del gremio de los porteños, Víctor Santa María, y el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, también estuvo a la orden del día. Cerca de Rodríguez Larreta contabilizaban las tapas y la cantidad de notas que sacó dicho diario esta semana contra Acuña luego de sus también polémicas declaraciones contra los docentes.
La disputa entre Trotta y Acuña por el retorno presencial a las aulas es algo conocido. El titular de la cartera educativa nacional fue uno de los primeros dirigentes en salir a repudiar los dichos de Acuña sobre el origen socioeconómico y predilección política de los docentes en un zoom con el diputado nacional Fernando Iglesias.
La carta de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en donde abogaba por sacar a los funcionarios “que no funcionan” más el reto que recibió de ella personalmente hace meses, hicieron que Trotta busque aprovechar la oportunidad para cobrarse algunas broncas contra Acuña a quien culpa, puertas adentro, de tener que acelerar la apertura de las escuelas. Algo que lo enfrento con la pata sindical del kirchnerismo, Ctera.
“Hizo una de más”, replicó uno de los dirigentes más cercanos al presidente Alberto Fernández que directamente ligó las publicaciones de la última semana de Página 12 (dos notas de tapa incluidas) a la relación entre Santa María y Trotta.
Es que con esto, y en un diagnostico que compartían en cerca de Larreta, Acuña salió del brete en el que se había metido con esas declaraciones. “Le faltó tiempo para explicar”, se defendían durante la semana cerca del alcalde porteño a quien le escucharon reírse en privado con las versiones de que le soltaría la mano su ministra de Educación.
Lejos de sentirse empedrada, Acuña participó ayer por la tarde del Zoom semanal de la mesa chica de la Ciudad. “Va a seguir con la misma agenda, sin hacer declaraciones fuertes. Para nosotros no pasó nada, sigue todo igual. Salvo que se dio vuelta la escena con respectivas martes”, dijo uno de los funcionarios que participaron del encuentro.