Durante el último fin de semana, Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y abogado del presidente Javier Milei, atravesó horas de fuerte tensión e incertidumbre.
La posibilidad de que el juez firme la orden de detención en cualquier momento obliga a Spagnuolo a analizar si se presenta como arrepentido.
Durante el último fin de semana, Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y abogado del presidente Javier Milei, atravesó horas de fuerte tensión e incertidumbre.
El fiscal federal Franco Picardi había pedido su detención junto con la de otros implicados en una causa que investiga presuntos sobornos, direccionamiento de contrataciones y sobreprecios dentro del organismo. La posibilidad de que el juez firmara la orden de detención en cualquier momento lo dejó en un estado de alerta permanente, obligado a analizar cada movimiento judicial.
Vale recordar que la causa tomó volumen luego de la difusión de audios atribuidos a Spagnuolo que describirían el funcionamiento de un presunto esquema de retornos provenientes de laboratorios y proveedores vinculados al Programa Incluir Salud, dirigido a personas con discapacidad y sectores especialmente vulnerables.
Según pudo saber A24.com, los investigadores sostienen que, detrás de esas maniobras, operaba una estructura organizada para captar coimas y favorecer empresas específicas.
Spagnuolo niega la autenticidad de esas grabaciones. Incluso, su defensa planteó que “podrían estar adulteradas o haber sido generadas con tecnologías de inteligencia artificial”.
El ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) junto al presidente Javier Milei.
La situación procesal del ex funcionario se volvió más crítica cuando, además del pedido de detención, se confirmó su citación a declarar el 19 de noviembre. En total son quince los imputados convocados a indagatoria, entre ellos empresarios y exfuncionarios.
La presión sobre Spagnuolo creció también por factores internos: sus abogados anteriores renunciaron y, en las últimas semanas, se realizaron allanamientos en los que se secuestraron teléfonos y dispositivos electrónicos cuyo contenido ya comenzó a ser analizado por los peritos.
Frente a ese panorama, el fin de semana se convirtió en una instancia decisiva. Según fuentes cercanas al abogado, Spagnuolo pasó estos últimos días evaluando diversos escenarios judiciales. Entre las alternativas analizadas, volvió a cobrar fuerza la posibilidad de convertirse en imputado colaborador.
Esa figura podría permitirle mejorar su situación procesal ofreciendo información relevante para la causa, aunque también implica riesgos: admitir responsabilidad, exponer vínculos sensibles y comprometer a otros actores de peso político y administrativo.
La causa que investiga presuntos sobornos, direccionamiento de contrataciones y sobreprecios dentro del organismo.
La dimensión política del caso agrava el cuadro. Spagnuolo había tenido una relación estrecha con la cúpula del gobierno, lo que sumó tensión al escándalo y obligó al Poder Ejecutivo a intervenir la ANDIS y desplazarlo del cargo.
Spagnuolo se encuentra obligado a definir si enfrentará el proceso intentando resistir las acusaciones o si avanzará con la estrategia de brindar colaboración a la Justicia para asegurarse una salida más favorable. Lo que decida no solo marcará su futuro judicial, sino que podría tener repercusiones en el entramado político que rodea a la causa.