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Conurbano: quiénes son los intendentes que recelan de Kicillof y ganaron (por ahora) con Alberto

Nicolás Poggi
por Nicolás Poggi |
Conurbano: quiénes son los intendentes que recelan de Kicillof y ganaron (por ahora) con Alberto

Que “los intendentes siempre están enojados” es una lectura extendida entre cualquier analista de la política bonaerense o figura con aspiraciones. La forma de vincular el poder central con los poderes municipales (la primera posta de contención de los problemas sociales) es determinante a la hora de gobernar. Y el de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires es un caso testigo.

Sin haber hecho política en la arena bonaerense, designado como candidato por Cristina Kirchner y carente de historia en el PJ, el economista se transformó en el gobernador de la provincia “imposible”. No empezó de la mejor manera con los intendentes justicialistas, que recelan de su manera de repartir el juego (léase cargos).

Sin convocatorias al gabinete ni a organismos públicos, y sin consenso con ellos para los anuncios de medidas, muchos subieron sus acciones en el trato directo con Alberto Fernández, quien ya piensa en un esquema propio para las elecciones del año que viene.

Hay tres que sobresalen, pero se anotan varios más:

Gabriel Katopodis (San Martín)

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Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas.
Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas.

Es el caso más visible. El Presidente lo nombró ministro de Obras Públicas y le dio el poder de coordinar la gestión no sólo con los intendentes del conurbano sino con todos los municipios del país. Katopodis está a cargo del vínculo Casa Rosada-municipios en todos los niveles. Se le augura un papel determinante en un próximo armado “albertista”.

Desde San Martín, Katopodis fue de los últimos en concretar la vuelta el kirchnerismo. En 2017, permaneció al lado de Florencio Randazzo hasta el final de la campaña. Fue uno de los que decidió romper con el kirchnerismo, que por entonces armó Unidad Ciudadana bajo el paraguas de Cristina (o Unidad Ciudadana fue el frente que rompió con el PJ, según como se lo mire).

Juan Zabaleta (Hurlingham)

Trasciende su rol de intendente del Oeste. Tiene trato directo con Alberto y oficia de “vocero informal”. Lo acompañó en viajes al exterior y participa de la toma de decisiones. Pero mantiene el perfil bajo. “Juanchi” fue otro de los que en 2017 se sumó a la aventura randazzista por fuera del kirchnerismo. Pero volvió al redil antes que Katopodis: después de las PASO 2017 se alineó con Cristina. También se depositan sobre él expectativas de “armador” para el próximo turno electoral.

Mariano Cascallares (Almirante Brown)

De muy buena relación personal con el Presidente. Según pudo saber A24.com, también se espera un rol protagónico en el futuro para el mandamás de Almirante Brown. Ex director del IPS, ex sciolista, a Cascallares se lo vio muy activo, por ejemplo, en la última reunión del PJ. ¿Representaba ahí los intereses del albertismo?

Martín Insaurralde (Lomas de Zamora)

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Insaurralde
Insaurralde

Si bien hace equilibrio (su delegado Federico Otermín es presidente de la Cámara de Diputados bonaerense), pertenece al grupo de los disconformes con los modos de Kicillof. Junto a muchos de sus pares, el lomense quedó “molesto” desde que el año pasado se anunció, de manera unilateral -y casi directamente por redes sociales-, la candidatura del economista, que no los representaba.

“El fastidio se potenció ahora porque Axel les cerró la puerta”, ratifican voces del PJ del Conurbano ante A24.com, y aseguran que en este grupo de intendentes “trabajan juntos, piensan hacia adelante y apuestan a volver a tener una oportunidad en las elecciones de 2021 o 2023”. Así como Katopodis logró su lugar en el Gobierno, los que quedan en el conurbano quieren “ir por más” y buscan que, esta vez sí, algún intendente (algún par) sea candidato a gobernador en 2023.

Fernando Espinoza (La Matanza)

Junto con Insaurralde era de los que quería más protagonismo de los intendentes en el gabinete de Kicillof. No lo tuvieron. También quiso ser candidato a gobernador y la peleó hasta el final. Se tuvo que conformar el lugar para Verónica Magario (de su armado) de vice en la fórmula.

A Kicillof siempre lo miró de reojo. Enfatiza cada vez que puede en su buena relación política con Alberto. Se lamenta ante los suyos por lo mal que le pagó Axel a los intendentes. ¿Estarán recomponiendo la relación?

Andrés Watson (Florencio Varela)

También pertenece a los “díscolos” y se alinea con Insaurralde, Zabaleta, Cascallares y Santiago Maggiotti (Navarro). Lo resumen los peronistas que trajinan el terreno: “Están más apoyados en Alberto que en Kicillof, tienen relación fluida con la Rosada y hasta de puertas abiertas”. Y apuntan a lo sentimental, un aspecto determinante en la subjetividad peronista: “Tienen más debilidad política por Alberto”. Cerca de ellos también se mueve Alberto Descalzo (Ituzaingó).

Mario Ishii (José C. Paz)

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Mario Ishii
Mario Ishii

De una relación de idas y vueltas. Si bien fue uno de los primeros que respaldó la candidatura de Kicillof, tuvo rispideces con el gobernador por pedidos de cargos en la Cámara de Diputados y la Ceamse (de hecho, un legislador que responde al jefe paceño se ausentó de un intento del oficialismo por sancionar la frustrada reforma impositiva). Quienes conocen ese vínculo resumen ante A24.com que Kicillof “no rompe el diálogo” con ellos, “pero no cumple”.

En la región norte del Conurbano se quejan porque el cargo de director de la Ceamse -el organismo a cargo del tratamiento de residuos- está vacante, lo que deja a la empresa en “stand by”. Aunque Ishii no va a romper lanzas, tampoco oculta su disconformidad y suele hablar de estos temas con su vecino Federico Achával, intendente de Pilar.

De todos modos, Kicillof y el jefe paceño empezaron a recomponer la relación en el último tiempo, y hasta se los vio distendidos el pasado jueves dialogando en el VIP de un acto en Malvinas Argentinas.

La actualidad

Cerca de estos intendentes aseguran que si bien con el gobernador hay una relación “institucional” (casi “obligada”, susurran), el apoyo fáctico van a buscarlo en Alberto, reconvertido en una suerte de “Néstor Kirchner 2.0” en la relación directa con el territorio.

Para eso, tienen un ejemplo a mano: “Kirchner convocaba a 10 ó 15 intendentes a Olivos para ver qué querían; ahora es al revés, son los intendentes los que van a verlo a Alberto, que por lo menos muestra voluntad. Hasta los que no eran afines se están haciendo afines”, ironizan.

Del otro lado, en tanto, los municipios alineados en el universo K buscan bajar la tensión. Fernando Espinoza (La Matanza), Mariel Fernández (Moreno), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Mayra Mendoza (Quilmes), entre otros, desestiman que la temperatura entre ambas terminales siga subiendo: “El día a día tiene idas y vueltas. Como en todas las familias peronistas”.

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