A partir de ese concepto, la ex mandataria señala la falta de dólares como el problema principal que afecta la economía del país y señala las contradicciones entre las promesas que el actual Jefe de Estado realizó durante la campaña electoral y las medidas que finalmente implementó.
Consideró que Javier Milei -a quien definió como un “ultralibertario” que en campaña prometía eliminar el peso del Estado sobre la vida de los argentinos- interviene y controla tres de los cuatro precios “fundamentales” de la economía.
Con eso se refirió al precio del dólar (”a través de la tablita de crawling peg de 2% mensual”); al del dinero (”mediante la fijación de una tasa de interés de referencia ultra negativa”), y al del trabajo (“al fijar tope para los acuerdos salariales”).
Analizó, por el contrario, que el único valor que liberó el Presidente fue el de los bienes y servicios, aunque con ciertas limitaciones porque, según su visión, las tarifas de luz, gas y el transporte todavía conservan exiguos subsidios para algunos usuarios y, a la vez, el Estado todavía no tiene datos certeros sobre los costos reales de esos sectores.
Falta de dólares
Según la ex presidenta, "hoy la Argentina no tiene los dólares para pagar la deuda y los mercados lo saben. Esa misma escasez de dólares fue la que impidió llevar a cabo la dolarización que Milei imaginaba como plan de estabilización para cristalizar la formidable transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía producida después de la brutal devaluación y el ajuste fiscal".
Y agrega: "Dolarización que también era aconsejada, entre otros economistas, por Steve Hanke. Curiosa paradoja de quien se cree líder amado y admirado a nivel global, pero al que nadie le presta un dólar. A esta altura de la soirée casi, casi que tenemos que hablar de Milei, el ex libertario".
La crisis de representatividad sindical
Uno de los puntos centrales de la autocrítica de Fernández de Kirchner es el rol de los sindicatos. Según la ex mandataria,"las representaciones sindicales características del siglo XX y fundantes del peronismo ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores".
Cristina señala que el panorama laboral ha cambiado drásticamente, y que los trabajadores registrados en la actividad privada representan una minoría dentro de la población económicamente activa. Además, solo el 40% de estos trabajadores están sindicalizados, lo que debilita la influencia de los sindicatos en la actualidad.
Para Fernández de Kirchner, este fenómeno evidencia la necesidad de que el peronismo revise su relación con los sindicatos y adapte sus políticas a una nueva realidad laboral, donde el sector formal ya no es el único ni el más representativo.
Esto implica reconocer que las antiguas estructuras sindicales ya no son suficientes para defender a los trabajadores, en un contexto donde el empleo informal y las nuevas formas de contratación laboral proliferan.
Deficiencias en el Estado y el empleo público
Otro de los ejes de la carta fue el diagnóstico sobre la ineficiencia del Estado y su impacto en la sociedad. Cristina Fernández de Kirchner criticó el "viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia". Este modelo, según ella, no ha sabido adaptarse a los tiempos modernos, generando una burocracia que es observada por la sociedad con recelo.
En su visión, la falta de resultados y la baja calidad de los servicios públicos ha creado una percepción de que "el empleo estatal es un privilegio", visto como un gasto innecesario que, en consecuencia, muchos sectores exigen reducir.
Este punto marca una clara crítica a la hipertrofia del empleo público y a la falta de eficiencia en el Estado, temas recurrentes en el debate político argentino. Fernández de Kirchner parece sugerir la necesidad de una "nueva estatalidad" que involucre más participación comunitaria y que sea capaz de dar respuestas concretas a las demandas de la población.
Déficit fiscal y la falta de reformas tributarias
Cristina Fernández de Kirchner criticó que no se haya "impulsado la reversión del déficit fiscal"mediante la reducción del gasto tributario que beneficia a sectores concentrados de la economía, y a través de una reforma tributaria que "construyera un sistema más racional y equitativo".
Este diagnóstico va en línea con un llamado a reformar el sistema fiscal, buscando no solo simplificar la administración de impuestos, sino también hacer que los sectores con mayor capacidad contributiva asuman una mayor carga.
Educación y seguridad: asignaturas pendientes
En su misiva, Fernández de Kirchner también criticó la falta de una "revisión y reforma profunda de la educación pública", una demanda que, según ella, es compartida por todos los sectores sociales. La ex mandataria subrayó la urgencia de mejorar el sistema educativo, especialmente para aquellos que no pueden acceder a la educación privada, y quienes ven cómo las carencias del sistema público limitan sus oportunidades.
Asimismo, la vicepresidenta apuntó a los problemas de seguridad, haciendo hincapié en la necesidad de un plan integral que combata la "desigualdad social" y el "gatillo fácil", al mismo tiempo que aborde el creciente avance del narcotráfico en las zonas más vulnerables del país. Cristina advierte que "el retiro del Estado" ha dejado un vacío que, en muchos casos, ha sido ocupado por organizaciones delictivas, sustituyendo la autoridad estatal.
La necesidad de reorganizar el peronismo
Finalmente, Fernández de Kirchner concluye su carta llamando a una reorganización del peronismo que permita"alinear pensamiento, palabra y acción". Según ella, esta trilogía es fundamental para que el peronismo vuelva a ser una fuerza política mayoritaria y deje de ser una mera oposición para convertirse en una alternativa de gobierno.