Cristina Kirchner y Sergio Massa, juntos antes de ser ministro de Economía (Foto: Archivo)
El diseño de la estrategia del rumbo económico quedó finalmente en manos del nuevo ministro Sergio Massa, quien sin embargo, no da ningún paso trascendental sin consultarlo antes con la vicepresidenta Cristina Kirchner o en su defecto, con el sector del Frente de Todos que ella lidera.
Pasó todo el fin de semana largo en sus oficinas de la Avenida del Libertador analizando las medidas que anunciará en los próximos días, luego de la quita paulatina de subsidios a las tarifas de servicios energéticos. Sigue con el ojo puesto en la baja del déficit fiscal y conseguir dólares para el Banco Central.
Sergio Massa prepara su viaje a Estados Unidos y a Francia para negociar más ayuda al FMI y renegociar la deuda con el Club de París y también para atraer inversiones, el 29 de agosto. Pero antes de partir a Estados Unidos, el ministro de Economía se vio obligado a definir medidas que el kirchnerismo considera esenciales para mantener la gobernabilidad.
Entre las medidas, se estudian aumentos de salarios con un monto fijo por decreto -podría ser un bono de $20.000 que reclaman sectores de la CGT y de movimientos sociales- además de la reapertura de paritarias antes de avanzar en la convocatoria acuerdos de precios y salarios con empresarios y la CGT. Las medidas que comenzarán a conocerse la semana que viene, luego de la primera reunión del Consejo del Salario Mínimo, convocada para el lunes 22.
Por otro lado, Massa pidió al secretario de Agricultura, Juan Bahillo, agilizar las negociaciones con los técnicos de la Mesa de Enlace para hacer cambios en el sistema de dólar soja implementado por el Banco Central poco antes de la designación del nuevo ministro; la medida fracasó en una semana. También piensan anunciar nuevos incentivos para que los productores liquiden los más de 5000 millones de dólares de exportaciones de soja retenidos.
El presidente, alejado de las decisiones económicas, concentra desde hace 10 días su agenda en actos de anuncios de obras públicas, viviendas, desarrollo de energía y política regional, con visitas a provincias y municipios del interior.
Fernández sigue de cerca la gestión del resto de los ministerios a través de su funcionario de confianza, Juan Manuel Olmos, como vicejefe de Gabinete. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, cuida la relación con Estados Unidos y las provincias.
Mientras tanto, Massa concentra las decisiones económicas con su equipo. Aunque todavía falta definir la pieza más importante: el secretario de Planificación y Política Económica, o viceministro.
El ministro está en permanente contacto con Cristina -por teléfono o chat- y con el gobernador bonaerense Axel Kicillof; es el técnico puso la vicepresidenta para discutir con Massa antes del anunció de cada medida.
"Eso lo define Sergio Massa", repiten casi al unísono la mayoría de las fuentes cercanas al presidente, la vicepresidenta, el ministro de Economía y voceros de la Casa Rosada ante la consulta de A24.com sobre quién será el viceministro de Economía, ante las versiones cada vez más fuertes de una confirmación del economista crítico del kirchnerismo, Gabriel Rubinstein.
El acuerdo es "unidad en la gestión" y "cohesión política", señalan desde el entorno de Alberto Fernández.
Aunque evitaron confirmar, en las últimas horas trascendió una nueva comunicación entre Massa y Cristina para definir quién ocupará esa demorada vacante fundamental para la planificación de la macroeconomía.
“Hoy se estaba por anunciar. No sé si no se ha anunciado ya. Creo que tiene muchas posibilidades Rubinstein. Es una posibilidad siempre presente", dijo el lunes Jose Ignacio De Mendiguren, en declaraciones a Radio Cultura.
Cerca de Massa habían dejado trascender hace dos viernes atrás que Rubinstein asumiría, pero las duras críticas en las redes sociales al último gobierno de Cristina Kirchner dejaron la designación en un limbo que iba a resolverse pero tampoco se concretó el martes pasado.
Si fuera Rubinstein el indicado, sería un segundo triunfo del tigrense tras haber tomado la dirección de la Secretaría de Energía, antes controlada directamente por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
"Si se concretara, sería otro gesto de CFK a la gestión de Massa", dijo a A24.com un funcionario muy cercano a Alberto Fernández.
Otros ministros cercanos al presidente coinciden en ver "muy bien" los cambios de expectativas que generó el desembarco de Massa en Economía y aceptan la orden de "no gastar más que lo presupuestado para todo 2022" de la última reunión de gabinete.
"Es bueno que estén todos adentro trabajando. La definición del viceministro es un tema de Sergio y el presidente". En el tema del ajuste del presupuesto "no va a haber ningún problema. Tenemos todo planificado y ordenado para ejecutar todo el presupuesto", señalaron cerca de Katopodis a A24.com.
"Unidos somos invencibles", dijo Alberto Fernández lejos de las calles de Buenos Aires abarrotadas de protestas contra la inflación, al hablar en un acto protocolar en la provincia de La Rioja, en homenaje al 172 aniversario de la muerte de San Martín.
Entre frase y frase, Alberto Fernández pasó la semana encabezando diversos actos de inauguración y visitando municipios del conurbano, recorriendo obras financiadas por el gobierno nacional, en la estrategia de la Casa Rosada marcada por el slogan "Cerca de la gente". Desde La Rioja, Alberto Fernández volvió a referirse al estado anímico que envuelve al gobierno en medio de la crisis y llamó a "no abrazarse al poder". "Hace falta dar todo por Argentina y es lo que nosotros vamos a hacer", planteó. ¿Un renunciamiento a la reelección?