*Evitó el quórum para rechazar el DNU del canje de deuda. Logró el apoyo de los gobernadores aliados que amenazaban con apoyar si el Gobierno no se comprometía a sancionar el Presupuesto 2025. Una pequeña tregua.
*Evitó el quórum para la ley de reforma sindical que proponía el radicalismo. Es parte de un acuerdo vigente con la CGT dialoguista.
*Probablemente, este jueves no se consiga la ley de ficha limpia que prohibiría que los condenados en segunda instancia sean candidatos aún sin sentencia firme. Aunque formalmente en La Libertad Avanza dicen estar de acuerdo con esa iniciativa del PRO, en la práctica saben que no les conviene: es parte de las conversaciones subterráneas que hay con el kirchnerismo, pero además necesitan que Cristina sea candidata. Siempre es mejor polarizar con ella que con otro.
*Se discutió en las últimas horas la posibilidad de que se rechace en diputados el DNU 780 que puso límites al Acceso a la Información Pública. Sin embargo, al final lo que se puso sobre la mesa fue un simple proyecto de resolución de Karina Banfi que repudia el decreto pero solo le pide al Gobierno que lo revea. Una crítica para la tribuna que no cambia el fondo de la cuestión.
*La izquierda intentó que se vote el rechazo en diputados al DNU 70/23 (conocido como MegaDNU). No consiguió los votos para emplazar el tratamiento.
A todo esto se suma que en una charla con Guillermo Francos, antes del informe del jefe de Gabinete que dio este miércoles, se acordó cerrar el Senado ese mismo día y evitar la sesión para el día siguiente que estaban intentando motorizar el peronismo y algunos aliados. No habrá tiempo este año entonces para la ley antimafias y o la prórroga del Programa de Entrega de Armas de Fuego, dos iniciativas que promovía el Gobierno.
El 30 de noviembre terminan las sesiones ordinarias en el Congreso y ya nada más malo puede pasar. El peor escenario después de esa fecha es que la oposición rechace el presupuesto 2025. En ese caso no solo se perjudicaría el Gobierno (que recibiría una derrota) sino también los gobernadores que deberían encarar el año electoral sin certidumbre presupuestaria: el Ejecutivo podría manejar fondos a discreción.
Así las cosas, Milei tendrá una tregua con el Congreso hasta marzo. Y podrá aprovechar el verano para gobernar por decreto.