bahia-blanca-fue-devastada-por-las-inundaciones-del-7-de-marzo-foto-ap-INQF7M5W4VCZJPUHMRJCRD7MR4.avif
Según el Poder Ejecutivo, el veto se justifica porque las medidas ya fueron implementadas mediante el Decreto 238/25, que creó el programa S.U.R. (Suplemento Único para la Reconstrucción) y un fondo especial de $200.000 millones gestionado por el Ministerio de Seguridad. El Ejecutivo informó que “el 85,43% del total de inscriptos para recibir el S.U.R. ya han recibido el pago correspondiente”, mientras que “los casos bajo análisis representan el 10,55% y los rechazos únicamente el 4,01%”.
Además, se argumentó que el proyecto no especificaba la fuente de financiamiento, algo exigido por la Ley de Administración Financiera 24.156. “No indica cuál ha de ser la fuente de financiamiento para hacer frente a las erogaciones que por medio de él se disponen”, subraya el decreto presidencial.
En paralelo, el Ejecutivo recordó que parte de los recursos utilizados provienen de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ya aprobado para casos de catástrofe.
Respecto a los créditos preferenciales previstos en la ley sancionada por el Congreso, el Gobierno consideró innecesaria su incorporación, al sostener que el Banco Nación ya tiene facultades legales para asistir financieramente a familias y empresas en contextos de emergencia.
Ley de emergencia por las inundaciones en Bahía Blanca: qué pasará ahora
Con el veto total, el proyecto regresa al Congreso, pero no podrá convertirse en ley a menos que ambas cámaras lo aprueben nuevamente con mayoría especial. Por el momento, queda archivado y sin efecto, dejando a los damnificados sin la red de asistencia económica que contemplaba la norma original.
La decisión reaviva tensiones con intendentes, legisladores y sectores productivos del sur bonaerense, que esperaban medidas adicionales para enfrentar las consecuencias del desastre climático.