La Jungla del Poder

El peronismo afila su estrategia para meterse en segunda vuelta: unidad extrema, gestión y las dudas sobre Patricia Bullrich

Sergio Massa redobla la apuesta con medidas para intentar mostrar que su presidencia puede ser distinta a la de Alberto Fernández. Las charlas con Cristina, el rol de Máximo Kirchner y las alianzas provinciales. Las dudas entre los libertarios.
Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
El peronismo afila su estrategia para meterse en segunda vuelta: unidad extrema, gestión y las dudas sobre Patricia Bullrich

Algunos sectores del peronismo están convencidos de que dan vuelta la elección. Todavía no está claro cómo hacer para ganar en el balotaje. Si hay estrategia, no se conoce.

Lo que sí creen es que la elección general los va a poner en el balotaje y que tienen muchas chances de salir primeros. No es una expresión de deseo: los que comandan la campaña dicen que prefieren salir segundos y remar desde abajo, aunque no saben si lo van a lograr.

Como contó A24.com la semana pasada, el principal bastión a atacar son las provincias del norte y la Patagonia. La provincia de Buenos Aires se ganó bien y los otros grandes centros urbanos (Santa Fe, Córdoba, Mendoza y CABA) son causas perdidas. Mejorando un poco la performance en las provincias que tienen gobernadores peronistas, creen que llegan a ponerse bien en carrera.

En el comando central de campaña celebran que Sergio Massa ahora esté en rol de candidato. Dicen que durante las PASO, la convivencia con el doble rol de ministro-candidato fue cuesta arriba, especialmente porque tenían encima todo el tiempo la negociación con el FMI.

Ahora tiene el foco puesto en la campaña. Lo celebran las distintas tribus del peronismo.

La agenda del candidato es intensa. Los que lo frecuentan a diario lo ven con cara de cansado y con mucha ansiedad. Fuma mucho sus cigarrillos holandeses marca Creme: ataca uno atrás de otro. También en algunos momentos se come las uñas.

Pero quizás el mayor impacto en este tramo de la campaña lo está sufriendo su voz. Después del acto con gobernadores en Tucumán, no pudo retomar el habla normal. Probó distintas recetas y no sabe más qué hacer.

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Sergio Massa, rodeado por gobernadores, en su paso por Tucumán (Foto: Unión por la Patria).

Sergio Massa, rodeado por gobernadores, en su paso por Tucumán (Foto: Unión por la Patria).

Cristina le habló preocupada el día que Massa tenía que hacer el anuncio por Ganancias. Quería que hablara y le recomendó que se inyectara Celestone, una droga para desinflamatoria para situaciones de ese tipo.

Máximo Kirchner le indicó té con jengibre rallado. Le explicó al detalle la receta. Lo tomó y no funcionó. Malena le prescribió corticoides. Lo hizo y tampoco tuvo efecto. Wado de Pedro le recomendó Gargaletas.

Massa probó todo. La garganta sigue mal y las recetas solamente le generan un importante insomnio.

La anécdota sería solamente una anécdota, pero tiene un trasfondo político: la alianza entre los socios está sólida. Hablan todos los días, comparten estrategias, dividen funciones y ejecutan. Cada parte del entramado tiene un rol. Hoy la táctica no es estar todo el tiempo mostrándose juntos, sino repartirse para poder llegar a más gente y a más sectores con el mensaje.

Cristina Kirchner sigue monitoreando todo desde las sombras. Se mete mucho en la campaña, hasta en los detalles más insólitos (como el del Celestone). En algunos momentos incluso puede parecer excesivo. ¿Va a participar en la campaña? Máximo la querría más involucrada, pero respeta sus tiempos. Wado de Pedro dice que va a aparecer en el momento en que sea necesario; ni antes ni después.

Máximo Kirchner recorre el conurbano. Lo hace sin cámaras para poder hablar con la gente. Está preocupado. Sabe que buena parte de las bases peronistas están votando a Milei. No los critica; lo entiende como parte de un proceso político de 4 años que fueron muy malos.

Wado de Pedro se mantiene en el rol de jefe de campaña y Massa es el candidato. Es el que tiene la parte más pesada.

Massa y el riesgo de "Alberto Fernández"

El día que Cristina le dijo que el candidato tenía que ser él, Massa dice que puso reparos. “No quiero ser otro Alberto Fernández”, dice que planteó.

La pregunta en esa conversación era qué habían acordado Cristina y Alberto. Ahí difiere de quién responda. Pero en el relato de Massa, Cristina le aseguró que no tuvo ningún acuerdo con el hoy presidente. Massa le preguntó lo mismo a Alberto. Y la respuesta fue idéntica.

Según Massa, ahí está la génesis del conflicto entre Cristina y Alberto: en política no podés no acordar nada.

Esa relación -mal planteada desde un principio- llevó a que después se dieran situaciones que en el riñón de la vicepresidenta todavía no pueden explicar. Hoy, Cristina sigue repitiendo que cuando hablaba con Alberto Fernández, él decía a todo que sí y después hacía otra cosa. Quizás fue una de las actitudes que más la irritó.

“Si de carambola termino siendo el presidente, las reglas tienen que ser claras”, le planteó un poco irónicamente Massa.

Los tres que hoy tienen a su cargo la conducción de la estrategia de Unión por la Patria coinciden en algunas miradas estratégicas. Con diferencias de estilos y de forma. Sergio Massa como candidato a presidente; “Wado” de Pedro como jefe de campaña y Máximo Kirchner como presidente del PJ bonaerense.

Quienes los ven en la intimidad, dicen que hay buena química entre ellos todo el tiempo. Quieren evitar que aparezcan ruidos. No tienen margen para que salgan a la luz otra vez internas inconducentes, como pasó durante la mayor parte del gobierno de Alberto.

Ellos dicen que esto es diferente. Con Alberto nunca se terminó de generar esa química. Entre ellos trabajan juntos desde 2017, cuando Massa se pasó a la oposición dura de Macri.

Massa intenta aclarar las situaciones. En su diagnóstico, el gran problema del Frente de Todos fue que la gestión se estructuró “transversalmente” y no verticalmente. Esto es que muchos ministerios terminaron loteados con funcionarios que respondían a distintas partes de la coalición (albertismo, kirchnerismo, La Cámpora, massismo) y al final las responsabilidades quedaron diluidas.

Pone algunos contraejemplos donde -a su criterio- sí se trabajó bien, como Transporte (su ministerio) o la política aerocomercial, que quedó en manos de Mariano Recalde y La Cámpora. Por eso, plantea a quienes le preguntan que a partir del 10 de diciembre, si es electo presidente, no puede haber “transversalidad” en la gestión de las políticas públicas. Cada área estará entera a cargo de un sector de la coalición y él va a asumir la responsabilidad de conducir. Si algo no funciona, se cambia.

Sergio Massa y Cristina Kirchner en acto por 15 años de la reestatización de Aerolíneas ARgentinas. La vicepresidenta se suma en apoyo a la campaña electoral de la fórmula Massa-Rossi..jpeg
Massa señaló que uno de los sectores que realmente funcionó durante el actual gobierno fue el aerocomercial (Foto: archivo).

Massa señaló que uno de los sectores que realmente funcionó durante el actual gobierno fue el aerocomercial (Foto: archivo).

Javier Milei, en su mundo y la caída de Patricia Bullrich

Milei sigue atravesando su luna de miel. No le entran las balas. La mayoría de las encuestas que recibe le siguen dando ganador cómodo. Por ahora no apareció ninguna que lo dé ganador en primera vuelta.

Sabe que tiene que pegarle mucho a Patricia Bullrich. Ahí es donde tiene que conseguir los votos para intentar ganar en primera vuelta. Una encuesta reciente de la consultora Tendencias muestra que un 12% de los que votó a Bullrich quiere votar a Milei; un 20% de los votos de Larreta se trasladan al libertario.

Milei pega donde más le duele a Patricia: su pasado montonero, su falta de conocimientos de economía y el fantasma de Mauricio Macri liderando en las sombras. Por ahora, según las encuestas, la estrategia da resultado.

Todos los sondeos le están dando a Patricia entre 20 y 23 puntos, tercera cómoda. Incluso, en Unión por la Patria algunos están sugiriendo que sería bueno empezar a confrontar con ella. “No vaya a ser que se pinche tanto que hagamos que Milei gane en primera vuelta”, advierten.

En el frente libertario también hay ruidos internos. Hay dos problemas que aparecen en el horizonte: la falta de conducción política de un líder que no tiene vocación de liderar; la tendencia a llevar al máximo sus ideas, sin tener en claro si hay plafón político para eso.

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Bullrich se desinfla. En UxP creen que habría que empezar a confrontar con ella para evitar que Milei pueda crecer aún más (Foto: Telam).

Bullrich se desinfla. En UxP creen que habría que empezar a confrontar con ella para evitar que Milei pueda crecer aún más (Foto: Telam).

En el peronismo siguen creyendo que la gobernabilidad a Milei se la va a aportar Macri en caso de que gane el libertario. “Macri cree que si gana Milei, ganan sus ideas”, plantea uno de los que hoy conduce el exFrente de Todos. Paradojas: Macri lo siente propio y en el peronismo sienten que le armaron las listas.

En charlas privadas, Massa se muestra convencido de que el 22 a la noche se termina Juntos por el Cambio. “Una eclosión”, lo define. Una vez que queden afuera del balotaje, cada uno va a hacer su propio juego. Y cree que puede usar a su favor al radicalismo y a otros sectores del PRO. No los imagina integrándose al oficialismo, sino siendo una oposición constructiva.

Imagina la reconstrucción del sistema político con un esquema de acuerdos. Quiere encontrar un mecanismo que evite que los acuerdos terminen siendo vistos como pactos espurios.

“La política es acuerdos. Aun en la disidencia. Amparados en la impunidad que los medios les dieron a algunos personajes antisistema, se dedicaron a destruir la política. Si uno destruye la cancha, se queda sin deporte”, repite Massa. ¿A quiénes señala en ese lugar? Número 1: Elisa Carrió. Dice poco del rol de Javier Milei, también antisistema.

Algunos le recomiendan a Massa que se tome licencia como ministro de Economía. Cuando le preguntan, hace un largo silencio.

En la Patagonia van a sumar partidos provinciales. Estos días, Alberto Weretilnek, gobernador electo de Río Negro, salió a difundir su apoyo a Massa. El 27 de septiembre va a haber un acto conjunto de Massa con los referentes del MPN de Neuquén: el gobernador actual, Omar Gutiérrez, y el electo, Rolo Figueroa. Ahí van a blanquear el apoyo a Massa; o eso esperan.

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