El presidente Javier Milei suspendió el viaje previsto para este sábado a Mendoza, para participar de la tradicional fiesta de la Vendimia. Petri y Bullrich partieron rumbo a Bahía Blanca.
Javier Milei suspendió su visita a la Fiesta de la Vendimia este sábado en Mendoza, por las inundaciones que azotan a Bahía Blanca. Foto: Archivo la visita de Milei junto a los ministros Petri y Bullrich después de un tornado en diciembre de 2023.
El presidente Javier Milei suspendió el viaje que tenía previsto para este sábado a Mendoza, para participar de la tradicional Fiesta de la Vendimia y "se queda en Olivos monitoreando la situación" por la crisis de la inundación que afecta a Bahía Blanca, dijo este viernes a A24.com una alta fuente del Gobierno.
Aunque el presidente se quedará monitoreando la situación en Bahía Blanca desde la residencia de Olivos, en la Casa Rosada no descartaron la posibilidad de que como ocurrió en diciembre de 2023 después de un tornado azotara esa ciudad, viaje a la zona para anunciar asistencia a los damnificados. Por ahora, solo viajan las ministros a cargo del operativo.
En tanto, desde el Gobierno nacional confirmaron que los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich y de Defensa, Luis Petri, partieron este viernes rumbo a Bahía Blanca para ponerse al frente del operativo de asistencia a los miles de damnificados en esa ciudad de la provincia de Buenos Aires.
"En viaje a Bahía Blanca con @PatoBullrich, mientras las Fuerzas Federales de Seguridad y las Fuerzas Armadas despliegan todos sus recursos para asistir a los vecinos y llevarles la ayuda que necesitan. Vamos a estar en el terreno, liderando el operativo y acompañando a cada persona afectada", publicó en su cuenta oficial en X el ministro de Defensa, Luis Petri este viernes.
En medio de la nueva catástrofe ambiental, que otra vez golpea a la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, Javier Milei decidió poner todo el aparato del Estado nacional disponible para ayudar a los vecinos, y hasta ordenó al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, hacer un impasse en la guerra dialéctica con el gobernador kirchnerista, Axel Kicillof y ponerse en contacto para coordinar con el gobierno bonaerense la asistencia a los vecinos damnificados.
Así, a una semana del peor enfrentamiento político entre Milei y Kicillof, que llevó al presidente a pedir la renuncia del principal gobernador de la oposición y advertir sobre una posible intervención federal de la provincia, el mensaje de la Casa Rosada fue dejar de lado las diferencias políticas, y mostrar capacidad de trabajar juntos en una catástrofe, mostrando el poderío de la Nación ante los recursos que maneja la provincia.
Milei dudó en suspender la agenda prevista para este sábado, con su participación de la Fiesta de la Vendimia, en Mendoza, a la que fue invitado por el posible aliado electoral del Gobierno, el gobernador radical Alfredo Cornejo, para subirse a un avión y sobrevolar las zonas inundadas, pero al final delegó la recorrida por la catástrofe en sus ministros de Defensa, Luis Petri -viajó el viernes- y de Seguridad, Patricia Bullrich -se sumaba este sábado-.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich que coordina todo el operativo de emergencia tenía previsto sumarse este sábado al operativo de ayuda del gobierno nacional.
Así, a diferencia del anterior desastre que ocasionó un tornado en Bahía Blanca,que visitó la zona de la tragedia después de polémicas declaraciones, en las que dijo que la reconstrucción es un tema de los vecinos y de los gobiernos locales, esta vez Milei decidió actuar casi de inmediato el viernes de madrugada cuando se conocían las primeras imágenes del desastre que dejó a varias víctimas y muchos barrios de Bahía Blanca bajo el agua.
