Entrevista

Rabino Uriel Romano: "Defender a Israel es defender su derecho a la autodeterminación, no justificar todas sus políticas o acciones"

El rabino Uriel Romano analiza el rebrote del antisemitismo, la situación en Gaza y los desafíos de la comunidad judía en un contexto de guerra y tensiones globales.

Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Rabino Uriel Romano: Defender a Israel es defender su derecho a la autodeterminación, no justificar todas sus políticas o acciones

En distintos países se registran nuevas manifestaciones de odio hacia la comunidad judía, lo que diversos referentes describen como un rebrote masivo del antisemitismo. Sin embargo, muchos relativizan de que se trate de un fenómeno netamente de antisemitismo y aseguran que muchas de las expresiones antisemitas son hacia "el sionismo" y no hacia los judíos en sí, con matices siempre muy difusos.

Con sus grises, el debate se mantiene abierto y se amplificó desde la masacre del 7 de octubre de 2023 y la guerra en Gaza. Por otro lado, una parte de la comunidad judía muchas veces plantea que cualquier crítica hacia el Estado de Israel puede ser un acto de antisemitismo, lo que abre otra polémica y vuelve aún más complicada la discusión.

En ese marco, una de las voces más lúcidas que aparecieron en los últimos tiempos para analizar el fenómeno es la del rabino Uriel Romano, uno de los más activos en redes sociales por su alta exposición en la red X y su podcast Pi Elef, uno de los más influyentes sobre temáticas judías en habla hispana.

"El antisemitismo es un virus, y este momento es un rebrote", aseguró en entrevista con A24.com Uriel Romano desde La Florida donde ejerce su actividad pastoral en la comunidad Kol Ami Emanu-El. "Todo antisemita es antisionista, pero no todo antisionista es antisemita, aunque las líneas son cada vez más difusas", agregó. Aunque enfatizó que la crítica al sionismo se vuelve problemática "cuando adopta un lenguaje demonizante que deshumaniza a los israelíes":

Romano sostuvo que "hoy estamos mucho mejor que en siglos pasados, cuando el antisemitismo costaba la vida de judíos a diario" y pidió revalorizar el papel de los líderes religiosos para "contener y educar y ampliar el diálogo social".

uriel romano

-¿Cómo ves en tu rol como rabino este rebrote del antisemitismo en el mundo?

-El rol de un rabino siempre tiene que ver con educar, contener y tratar de entender la realidad. No se trata de despreciarla ni de volvernos locos, sino de poner las cosas en contexto. El antisemitismo es un virus, y este momento es un rebrote. También debemos transmitir tranquilidad: hoy estamos mucho mejor que en siglos pasados, cuando el antisemitismo costaba la vida de judíos a diario. Hoy, cuando hablamos de ataques, nos referimos a agresiones verbales o grafitis, no a pogroms o asesinatos, porque vivimos en sociedades con leyes que protegen a las minorías.

Como rabinos tenemos que salir de la comunidad judía y hablar con el resto de la sociedad. El diálogo interreligioso es clave para que se nos vea como ciudadanos de carne y hueso, con virtudes y defectos. En mi caso uso mucho las redes sociales y YouTube para educar y visibilizar al judío en la sociedad, bajando prejuicios.

-Muchos plantean que las manifestaciones que hoy se ven no son de "antisemitismo" sino "antisionismo". ¿Hay diferencia para vos? ¿Cómo lo percibís?

-Todo antisemita es antisionista, pero no todo antisionista es antisemita. Existen judíos que se definen como no sionistas, pos-sionistas o incluso antisionistas, y no por eso odian a los judíos. Pero las líneas son cada vez más difusas: es difícil sostener una crítica política sin caer en un discurso virulentamente antisionista que termina rozando el antisemitismo.

El problema aparece cuando se demoniza a Israel y se lo convierte en “el pecado capital”, con una visión religiosa y maniquea que deja a los palestinos como inocentes absolutos y a los israelíes como culpables eternos. En esos casos, la crítica se vuelve indistinguible del antisemitismo.

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-En tu trabajo pastoral, ¿cómo ves al judío promedio en sus sensibilidades con este tema?

El judío promedio está preocupado y sensibilizado. Después del 7 de octubre y con tantos meses de guerra, Israel quedó presentado como “el malo de la película”. Muchos sienten miedo ante agresiones, insultos o pintadas. Pero al mismo tiempo creció el apego a la identidad judía y al activismo sionista.

Muchos descubrieron que colectivos con los que compartían militancia los abandonaron e incluso se pusieron del lado de Hamas. Eso generó una sensación de soledad y, a la vez, un regreso a la comunidad judía como espacio de contención.

-Hace unos días Israel bombardeó un hospital en Gaza y mató periodistas. Vos fuiste crítico de esa acción, ¿por qué?

-Fui crítico porque hasta el primer ministro de Israel pidió perdón. No es la primera vez que sucede: en el pasado hubo ataques por error a organizaciones humanitarias. En la guerra pasan estas cosas: hay errores, excesos y, en ocasiones, incluso posibles crímenes de guerra. El error sería idealizar a Israel y creer que todo lo que hace defendible. No hablamos de ángeles ni de demonios, sino de política real: un país con aciertos y errores, como cualquier otro.

La diferencia es clara: una cosa es acusar de asesinatos deliberados, como sostienen los antisionistas, y otra es reconocer errores humanos o militares. En Israel estos hechos se investigan con comités militares y civiles. Defender a Israel es defender su derecho a la autodeterminación, no justificar todas sus políticas o acciones.

-¿Cómo analizás desde una perspectiva rabínica la situación humanitaria en Gaza?

-Lo más difícil es que recibimos información fragmentada. Vivimos en la era con más datos disponibles y, al mismo tiempo, con más desinformación. No hay medios objetivos en Gaza: Israel filtra datos y el propio Hamas controla el relato, generando fake news. Nadie puede negar que allí hay escasez, desplazamientos y sufrimiento, aunque no existe una hambruna generalizada.

El que más sufre hoy es el inocente palestino, como el que más sufrió el 7 de octubre fue el inocente israelí. Pero hay que señalar responsabilidades: Hamas inició la guerra y todavía retiene rehenes. El deber del judío es pedir la eliminación de Hamas, pero nunca deshumanizar al palestino. El sufrimiento existe y debemos empatizar, sin caer en generalizaciones.

-¿Cómo se hace para combatir los prejuicios hacia los judíos? En muchos casos los países más antisemitas son aquellos que casi no tienen judíos, como España.

-El antisemitismo es un virus: muta, se transforma y adopta múltiples formas. Es la madre de todas las teorías conspirativas. Lo encontramos en la izquierda y en la derecha, en ámbitos religiosos y laicos, tanto en sectores ignorantes como en académicos.

Como judíos debemos estar atentos, pero también vivir con la frente en alto, mostrando lo mejor de nuestros valores. Nunca vamos a estar completamente normalizados en las sociedades occidentales, ni siquiera con el Estado de Israel como nación. La mejor vacuna contra el antisemitismo es ser ejemplo y luz para las naciones, con humildad y constancia, santificando el nombre de Dios a través de nuestras acciones.

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