El presidente Javier Milei intentó asumir el control de la conducción política tras la derrota en Buenos Aires, pero no logró desactivar la interna entre su hermana Karina Milei y su asesor político, Santiago Caputo.
A una semana de la dura derrota electoral bonaerense, sigue el malestar entre Santiago Caputo y los armadores de Karina Milei. Se espera una definición clave del Presidente el lunes en una nueva edición de la mesa política nacional. ¿Se puede ir Santiago Caputo?
El presidente Javier Milei intentó asumir el control de la conducción política tras la derrota en Buenos Aires, pero no logró desactivar la interna entre su hermana Karina Milei y su asesor político, Santiago Caputo.
Ahora se espera que el presidente tome nuevas definiciones en la mesa política nacional que convocó para el lunes a las 9,30 en la Casa Rosada, mientras crece la tensión con militantes y aliados que reclaman un reordenamiento urgente en la campaña de La Libertad Avanza para las elecciones del 26 de octubre.
A una semana de la derrota en la provincia de Buenos Aires, el Presidente amplió la mesa de toma de decisiones, pero en el centro del conflicto siguen Martín y Lule Menem y Sebastián Pareja, los armadores de Karina en La Libertad Avanza. Ellos siguen tomando decisiones políticas y alimentan la tensión con el ala caputista de la mesa chica.
Tal como había adelantado esta semana A24.com, la semana próxima, a pedido de Caputo, Milei podría decidir “incluir a referentes del PRO” y otros aliados a las mesas políticas, e incluso, al gabinete.
En la primera semana de “autocrítica” Milei analizó cambios de gabinete, pero ratificó a todos los funcionarios y decidió postergar el relanzamiento del Gobierno para después de las elecciones del 26 de octubre.
Solo respondió con un cambio de rol de Lisandro Catalán, que pasó de secretario a ministro de Interior. Milei le tomará juramento el lunes a la tarde en el Salón Blanco de Casa Rosada.
Será antes de grabar el mensaje por Cadena Nacional, con el que anunciará la presentación del Presupuesto 2026, que planteará como caballito de batalla de la nueva campaña electoral.
Milei evitó cambios más profundos en el Gobierno, por temor a que la salida de los funcionarios más cuestionados termine debilitando aún más al gobierno frente a lo que denuncian "intentos de desestabilización" de la oposición.
Milei sostuvo a Karina Milei y los Menem pero le está acostando duras discusiones internas con su principal asesor, Santiago Caputo. Sus “Fuerzas del Cielo” siguieron reclamando a Milei que Santiago Caputo se convierta en “el único ordenador político” del Gobierno de cara a las elecciones nacionales de octubre. Mientras esperan, desmienten por ahora una ruptura
En ese clima de tensión en redes sociales, el secretario de Culto y Civilización de la Cancillería, Nahuel Sotelo, tuvo que salir a desmentir su renuncia desde Madrid. Fue quinto candidato a diputado provincial en la tercera sección electoral. Dejó dudas sobre como va a continuar y espera que el Presidente decida si asume su banca o si sigue en su cargo actual.
La nueva convocatoria a la mesa política nacional iba a ser el lunes al mediodía en la residencia de Olivos, en el marco de la nueva estrategia de Santiago Caputo de incorporar a referentes del PRO y otros aliados, y dejar afuera a los armadores karinistas, responsables de la estrategia de la derrota. Sin embargo, el vocero Manuel Adorni aclaró que finalmente el encuentro volverá a ser en Casa Rosada, el lunes a las 9,30.
Cerca de Caputo insisten en que “por ahora el triángulo de hierro sigue” y evitan cuestionar a Karina Milei, pero exigen la salida de los Menem. “Son momentos complejos, la interna no es lo principal, esta pelea es por algo más grande. Estamos esperando definiciones la próxima semana”, reconoció a A24.com, una fuente de las Fuerzas del Cielo.
En esa agrupación aseguran “lealtad al presidente Milei” y dicen ver en “Santiago Caputo el único ordenador que realmente trabaja para Javier, no para las quintas personales de cada uno”.
El avance de la causa judicial por los audios de Spagnuolo en plena campaña electoral, vinculando a Karina Milei y a Lule Menem con supuestos pedidos de coimas en el área de Discapacidad, agrega más tensión al escenario interno del gobierno.
El Presidente ratificó que no modificará el rumbo “ni un milímetro” a pesar de que una de las lecturas políticas de la derrota puertas adentro admitió en el voto castigo de “la gente que no llega a fin de mes”.
Milei vetó todos los proyectos de la oposición que implicaron aumento de financiamiento a sectores clave como salud, educación, provincias y discapacidad, lo que tensó la relación con gobernadores que antes eran aliados.
El miércoles de la semana que viene volverá a enfrentar nuevas protestas en universidades, hospitales y sectores de discapacidad y jubilados, cuando la oposición intente insistir con las leyes que vetó Milei.
A esas marchas se suman nuevas protestas de obreros suspendidos o cesanteados en industrias en crisis por la recesión en distintas provincias.
La semana terminó con el regreso del nerviosismo en los mercados, y la amenaza sobre una inminente recesión, como consecuencia de las últimas medidas del gobierno, como la suba de encajes bancarios y las tasas de interés que no pudieron hacer bajar al dólar, con el riesgo país cerca de los 1000 puntos y una fuerte volatilidad en las acciones argentinas.
La buena noticia volvió a darla el INDEC con la estabilización de la inflación de agosto en 1,9% y un nuevo apoyo el FMI, que después de hablar con el ministro Luis Caputo, reclamó medidas para evitar la recesión y el fortalecimiento de las reservas.