Integrantes de esa comitiva cargaron sobre la responsabilidad de la provincia bonaerense y su policía. La seguridad estaba dividido en tres anillos. El primero, el más cercano al presidente Milei. El tercero, el más alejado, debía asegurar la presencia de personas agresivas o elementos extraños. Como unos container con escombros de una obra. De allí se tomaron elementos que se arrojaron contra la comitiva.
“Se organizó como se organiza cualquier actividad de campaña. La parte de la seguridad, propiamente dicha, yo no soy un especialista ni tengo un "metiér" en eso, pero sí sabemos que fuimos tres días antes a revisar el lugar, a conocer el circuito que íbamos a tomar. Esa propuesta fue elevada, por supuesto, a los organismos que tienen que cuidar al Presidente”, arrancó su descripción el candidato Pareja. Pero para descalificar a los agresores uso una expresión polémica: “Lo que sucede es que después hay un tercer cordón que tiene que ver ya con la cuestión local, que tendría que estar controlando a estos energúmenos. Porque son tipos que son discapacitados, son personas que están fuera de la lógica que podemos entender todos nosotros. Arrancar piedras a otra persona por el simple hecho de pensar distinto me parece que está fuera de lugar".
Para redondear en dónde hay que mirar por la falla en la seguridad dijo: "Me parece que ahí falló ese control, que entiendo no estaba a cargo de la seguridad del presidente”.
El diagrama de seguridad hizo que los diferentes integrantes de la caravana se fueran en distintos medios. Por ejemplo, José Luis Espert fue sacado del lugar en moto.