La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) confirmó que a partir de este martes 24 de junio, comenzará a abonar un bono extraordinario de más de $150.000 destinado a los jubilados y pensionados de todo el país.
Javier Milei decidión que desde hoy se pagará un bono de más de $ 150.000 para jubilados
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) confirmó que a partir de este martes 24 de junio, comenzará a abonar un bono extraordinario de más de $150.000 destinado a los jubilados y pensionados de todo el país. Este beneficio se liquidará junto con los haberes mensuales correspondientes al mes de junio y formará parte de un esquema que contempla el pago del Sueldo Anual Complementario (SAC), comúnmente conocido como aguinaldo.
La medida fue anunciada en un contexto marcado por la alta inflación y el consecuente deterioro del poder adquisitivo de los adultos mayores, un sector particularmente vulnerable frente al alza generalizada de precios. De esta forma, el organismo previsional busca mitigar el impacto de la crisis económica sobre quienes dependen de las prestaciones de la seguridad social.
En el mismo mes en el que se paga el bono, los jubilados y pensionados recibirán un incremento del 2,8% sobre sus haberes. Este ajuste se realiza conforme a lo establecido por la Ley de Movilidad Jubilatoria, vigente en la actualidad, y tiene como objetivo actualizar los montos que perciben los beneficiarios de acuerdo con la evolución de los salarios y la recaudación impositiva.
Con este aumento, la jubilación mínima se elevará a $304.783,23, lo que implica una leve mejora en comparación con el mes anterior. A su vez, el aguinaldo, que se calcula sobre la base del mejor haber del semestre, se estima en aproximadamente $152.391,62 para quienes perciben el haber mínimo. De este modo, el total que recibirán los jubilados con el ingreso del mes más el SAC ascenderá a $572.174,85.
El bono extraordinario de junio alcanzará a los jubilados y pensionados que integran el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Este grupo incluye a quienes reciben prestaciones contributivas y cuyos ingresos dependen directamente de los aportes realizados durante su vida laboral activa.
En cambio, quedan excluidos del cobro del bono los titulares de los siguientes programas y asignaciones:
Asignación Universal por Hijo (AUH)
Asignación por Embarazo (AUE)
Plan de Desempleo
Becas Progresar
Esto significa que el bono tiene como destinatarios a quienes forman parte del régimen jubilatorio formal, dejando afuera a los beneficiarios de programas de carácter no contributivo o asistencial.
La legislación vigente, establecida mediante la Ley 27.073, indica que la primera cuota del aguinaldo debe pagarse antes del 30 de junio de cada año. No obstante, la normativa contempla un margen de cuatro días hábiles adicionales, por lo que la fecha límite para acreditar el SAC en los haberes de los jubilados es el 4 de julio de 2025.
El cronograma dispuesto por la ANSES establece un orden de pago según la terminación del Documento Nacional de Identidad (DNI) de los beneficiarios. Este es el detalle del calendario:
DNI terminados en 0 y 1: martes 24 de junio
DNI terminados en 2 y 3: miércoles 25 de junio
DNI terminados en 4 y 5: jueves 26 de junio
DNI terminados en 6 y 7: viernes 27 de junio
DNI terminados en 8 y 9: lunes 30 de junio
De esta manera, el pago del aguinaldo se efectúa en conjunto con los haberes mensuales y el bono, de modo que los jubilados no deban realizar gestiones adicionales para percibir los montos correspondientes.
La decisión de abonar este bono extraordinario surge en un momento en el que los indicadores económicos muestran un pronunciado deterioro en el poder adquisitivo de los sectores pasivos. La inflación acumulada en el primer semestre de 2025 ha superado los dos dígitos mensuales en varias ocasiones, lo que erosiona de manera significativa el valor real de las jubilaciones y pensiones.
Si bien el incremento de 2,8% correspondiente a la Ley de Movilidad representa un alivio, diversos sectores advierten que resulta insuficiente frente al ritmo inflacionario. En este sentido, el pago del bono busca reforzar los ingresos y atender las necesidades básicas de los adultos mayores, muchos de los cuales destinan la mayor parte de sus haberes a gastos de vivienda, medicamentos y alimentos.
El Sueldo Anual Complementario se liquida en dos cuotas: la primera en junio y la segunda en diciembre. Según lo dispuesto por la ley, el valor de cada cuota corresponde al 50% de la mayor remuneración mensual percibida por el beneficiario en cada semestre.
Por lo tanto, en junio se tiene en cuenta el mejor haber recibido entre enero y junio, mientras que en diciembre se considera el mayor monto cobrado entre julio y diciembre. Esta metodología de cálculo es común a todos los regímenes laborales, tanto en el sector público como en el privado.
Además de las jubilaciones y pensiones contributivas, durante el mes de junio la ANSES continuará con el pago de otras prestaciones, aunque, como se mencionó, estas no acceden al bono extraordinario. Entre ellas se encuentran:
Asignaciones Familiares
Pensiones No Contributivas
Becas Progresar
Planes de Desempleo
Cada una de estas prestaciones posee un cronograma de pago diferenciado que también se rige por la terminación del DNI de los beneficiarios.
Es importante destacar que no es necesario realizar ningún trámite adicional para percibir el bono ni el aguinaldo. El monto correspondiente se acreditará de manera automática en la cuenta bancaria donde el beneficiario recibe sus haberes habitualmente.
En caso de detectar irregularidades o demoras en el pago, los jubilados y pensionados pueden comunicarse con ANSES a través de sus canales oficiales, ya sea mediante la línea telefónica gratuita 130, o a través de su página web, donde es posible consultar el estado de los pagos.
El pago de este bono extraordinario abre la puerta a la posibilidad de que el Gobierno evalúe nuevas medidas similares para lo que resta del año. Si bien por el momento no se han anunciado otros refuerzos, distintos analistas coinciden en que el impacto de la inflación podría obligar a las autoridades a disponer de nuevos pagos adicionales para sostener los ingresos de los jubilados y pensionados.
De hecho, varias asociaciones de defensa de los derechos de los jubilados han reclamado la implementación de aumentos de emergencia y la revisión del cálculo de movilidad, argumentando que el actual esquema resulta insuficiente para garantizar un nivel de vida digno.
