Uno de los puntos más relevantes es el cambio en la actualización de los salarios históricos, un componente fundamental dentro de la fórmula por la cual se determina el monto inicial. Hasta ahora, estos valores se reajustaban mediante mecanismos que acumulaban retrasos significativos frente al incremento general de precios.
Con el nuevo modelo, las remuneraciones históricas pasarán a recalculase trimestralmente, siguiendo indicadores oficiales que reflejan de forma más precisa la evolución del ingreso real. Para el Gobierno, este ajuste periódico permitirá evitar que los jubilados comiencen su retiro con haberes depreciados por desfases en el índice utilizado.
Un sistema basado en dos variables centrales
La nueva fórmula se construirá sobre la base de dos componentes que, combinados, darán lugar a un índice unificado, elaborado cada tres meses por la Dirección Nacional de Políticas de la Seguridad Social. Estos componentes son:
1. RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables)
El RIPTE es el indicador que mide la evolución de los salarios formales registrados. Está compuesto por datos oficiales provenientes del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y se utiliza como referencia en distintas políticas de ingresos. Para el cálculo del haber inicial, este índice resulta clave porque permite vincular el monto jubilatorio con los salarios reales que el trabajador percibió durante su vida laboral activa.
La ventaja del RIPTE radica en que su trayectoria suele representar de manera más fiel la evolución del salario registrado, evitando distorsiones que se producen cuando se utilizan promedios atrasados o fórmulas que no captan los impactos de períodos inflacionarios.
2. Índice de Movilidad Previsional
El segundo componente es el Índice de Movilidad Previsional, contemplado por la Ley 27.260 y sus actualizaciones, que determina los aumentos periódicos para jubilados, pensionados y titulares de asignaciones familiares. Este índice combina variables como la recaudación de la ANSES y la evolución salarial, y define los incrementos trimestrales que reciben quienes ya forman parte del sistema previsional.
Al incorporarse en el cálculo del haber inicial, este índice funcionará como un compensador que permitirá que los salarios históricos se actualicen según la misma lógica que luego tendrán los aumentos futuros.
Una fórmula conjunta
El Gobierno indicó que ambos factores serán integrados en una fórmula unificada, cuyo diseño deberá seguir los lineamientos del Decreto 104/2021 y la Resolución 3/2021. Esta fórmula será recalculada cada tres meses y buscará aproximar el haber inicial a la evolución real del ingreso, evitando que los montos jubilatorios se desfasen de los salarios justo en el momento en que los trabajadores finalizan su trayectoria laboral.
Qué pasará con la Movilidad Jubilatoria vigente
Uno de los puntos que generó dudas en los primeros minutos tras la publicación de la disposición fue si la fórmula de movilidad jubilatoria sufriría cambios. Desde el Gobierno aclararon que la metodología de movilidad que define los aumentos trimestrales no será modificada.
El cambio afecta únicamente al cálculo del primer haber, es decir, al monto con el que una persona ingresa al sistema. Una vez otorgada la jubilación, los aumentos seguirán aplicándose mediante la fórmula vigente, sin cambios en su funcionamiento.
En otras palabras: el nuevo índice mixto determinará cuánto se cobra al iniciar el proceso previsional, pero no alterará los futuros incrementos que se aplicarán después.
Por qué el Gobierno decidió modificar el cálculo
La decisión de avanzar con este cambio estructural responde a varios factores que, según especialistas y organismos técnicos, venían afectando la equidad del sistema previsional:
1. La inflación impactó en los salarios históricos
Durante los últimos años, la inflación acumulada generó fuertes discrepancias entre los salarios de la etapa final de la vida laboral y los índices utilizados para actualizar los montos de períodos anteriores. Como resultado, muchos nuevos jubilados ingresaban al sistema con haberes considerablemente más bajos de los que habrían percibido si los salarios se hubieran ajustado de manera más frecuente.
2. Un desfase que afectó a más del 60% de los nuevos jubilados
Datos oficiales revelan que más del 60% de quienes se jubilaron recientemente accedieron al sistema con montos iniciales que quedaron por debajo del nivel que les hubiera correspondido con un sistema de actualización mensual o trimestral. Esto generó reclamos, descontento y una tendencia creciente de litigiosidad contra el Estado.
3. Necesidad de mayor precisión técnica
Diversos equipos técnicos venían reclamando una revisión del esquema vigente, argumentando que la fórmula anterior utilizaba índices que no lograban captar la variación real del poder adquisitivo, especialmente en años de alta inflación. El nuevo mecanismo pretende corregir estas distorsiones.
4. Envejecimiento poblacional y presión sobre el sistema
La Argentina atraviesa un proceso progresivo de envejecimiento demográfico, con una proporción cada vez mayor de adultos mayores. Esta tendencia ejerce presión sobre el sistema previsional, cuya sustentabilidad futura requiere evitar conflictos derivados de cálculos incorrectos o valores iniciales subestimados. Con el nuevo mecanismo, el Gobierno busca reducir la litigiosidad, que en los últimos años se había incrementado por reclamos vinculados al haber inicial.
Un cambio que busca equilibrar el sistema
Para el Gobierno, la implementación del índice mixto representa un paso hacia un sistema más equilibrado y acorde a la realidad económica del país. El objetivo es evitar desigualdades entre quienes se jubilan con salarios similares pero resultados distintos debido al atraso de los índices utilizados.
En el análisis de expertos previsionales, la actualización trimestral de los salarios históricos permitirá que la transición desde el salario activo al haber jubilatorio sea más coherente, reduciendo la brecha que se registraba hasta ahora entre el último recibo de sueldo y el primer cobro previsional.
Además, este reajuste periódico facilitará que los montos iniciales se mantengan alineados a la dinámica salarial, especialmente en contextos donde los incrementos de precios aceleran la pérdida del poder adquisitivo.