Los seguidores de Moria creyeron que esta publicación ya “era demasiado”, y le pidieron que se retracte. “Es muy feo lo que pasó, murieron dos chicos que tienen abuelos, tíos, familia que los llora y vos sintiendo que sos importante porque una madre con problemas mentales asesinó a su familia y te nombra. ¡Dejate de joder!“, indicó uno de los usuarios, hablando de la familia Seltzer.
El mensaje provocó indignación en las redes y Moria recibió fuertes comentarios en su contra: “¡Qué ego!”, comentó uno incluso. “Que tuit más desubicado, haciéndote la importante porque estás en el celular de esa pobre mujer y familia. Fondo de olla total, grasa”, agregó otro.
Masacre en Villa Crespo: el revelador testimonio del profesor que conocía a la familia asesinada
En medio del shock por la masacre de Villa Crespo, donde Laura Leguizamón fue señalada como la presunta autora del asesinato de su esposo -Adrián Seltzer- y sus dos hijos -Ian e Ivo- antes de quitarse la vida, surgen testimonios que agregan nuevas capas a una historia tan desgarradora como incomprensible. Uno de ellos es el de Rolando, un reciclador urbano y profesor de inglés que conocía íntimamente a la familia.
“Siempre se mostraron felices, jamás noté nada raro”, contó este jueves en una entrevista con Luis Novaresio por A24.
Su vínculo con los Seltzer comenzó en 2023, cuando Laura y su esposo, Adrián, vieron una nota en la que él relataba su historia de vida y su dominio del inglés, adquirido tras décadas de residencia en Estados Unidos. Conmovidos, lo contactaron para contratarle clases virtuales.
“Empecé enseñándole a Laura, después se sumaron Adrián y su hijo Ian. Les gustaba aprender, eran muy atentos”, recordó Rolando, quien vive en la localidad de Adrogué con su esposa.
A lo largo del año compartieron decenas de clases por videollamada, y también gestos de generosidad: “Laura me mandaba paquetes con ropa y libros para que pueda enseñar a chicos que no pueden pagar”, agregó.
El último contacto fue en marzo, poco antes de la tragedia. “Hablé con Adrián y me dijo que querían retomar las clases porque su hijo tenía exámenes. Todo era normal, nada fuera de lugar”, explicó con voz quebrada.
Rolando nunca vio señales de conflicto ni tensión. “No me entra en la cabeza lo que pasó. Ella siempre se reía, nunca noté una sola actitud extraña. Era una familia normal, unida”, insistió.
Este testimonio se suma como un elemento clave para los investigadores, que buscan reconstruir el contexto previo al crimen. Mientras tanto, el país sigue conmocionado por una historia que, para quienes conocieron a sus protagonistas, aún resulta imposible de comprender.
MASACRE FAMILIAR EN VILLA CRESPO I ANALIZAMOS LA CARTA QUE DEJÓ LAURA LEGUIZAMÓN
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