Juan Darthés eligió el silencio, el bajo perfil y casi la desaparición pública desde que estalló la gravísima denuncia de Thelma Fardin. Primero fue el exilio en Brasil. Después, el hermetismo total. Y más tarde, el golpe judicial definitivo: la condena a seis años de prisión dictada por la Justicia brasileña hace poco más de un año. Desde entonces, cada movimiento suyo quedó envuelto en un manto de misterio. Hasta ahora.












