Esta Luna explica también su afinidad con las causas sociales, su mirada hacia los marginados y los migrantes, así como su estilo más contemplativo. Piscis representa lo místico, lo sutil, lo intangible, lo que conecta con el alma de los otros. No sorprende que compartiera esa sensibilidad con el Papa Francisco, aunque hayan tenido diferencias en otros planos.
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Ascendente en Escorpio: magnetismo y resistencia
El cálculo astrológico indica que Prevost tiene ascendente en Escorpio, signo regido por Plutón. Esto le otorga una presencia enérgica, determinada y a veces reservada. El ascendente escorpiano es típico de líderes que generan respeto, no por lo que gritan, sino por lo que sostienen en silencio.
Escorpio otorga también una gran capacidad de regeneración. Quien nace con este ascendente suele atravesar procesos de transformación profunda, tanto personales como institucionales. Es posible que su papado esté marcado por cambios importantes dentro de la Curia o de las políticas del Vaticano, ejecutados con discreción, pero con impacto.
Saturno en Escorpio: estructura y compromiso duradero
Saturno también aparece en Escorpio en su carta natal, lo que añade un peso extra a la idea de compromiso firme, casi inquebrantable, con sus responsabilidades. La astrología vincula esta posición con figuras que asumen cargas pesadas con disciplina. No será un Papa que busque popularidad: su liderazgo será más interno, sobrio, centrado en el deber antes que en la imagen.
Este Saturno le permite sostener procesos difíciles, ser constante ante las críticas y mantener decisiones impopulares si considera que son justas. Es un símbolo de estructura emocional y ética profunda, de esas que no se negocian.
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Plutón en Leo: transformación desde el centro del poder
Con Plutón en Leo, Robert Prevost nació con una energía transformadora ligada a lo institucional. Leo representa el liderazgo, la realeza, la exposición; Plutón, en cambio, es el planeta del cambio radical, de la muerte y renacimiento simbólicos.
Esta combinación puede indicar que su figura está destinada a cambiar la percepción del papado, incluso sin proponérselo. Puede haber giros en el modo en que el Papa se relaciona con los medios, con la política global o incluso con otras religiones.
Medio Cielo en Capricornio: vocación construida a largo plazo
El Medio Cielo, punto astrológico que marca la vocación pública, se encuentra en Capricornio, signo que representa la escalera hacia el éxito a través del esfuerzo y la constancia. Esta configuración describe perfectamente su camino: misionero, obispo en Perú, jefe de los Agustinos, cardenal, y ahora Papa.
Nada fue inmediato. Todo lo construyó paso a paso, sin atajos, con una lógica de servicio antes que de ambición. Este Medio Cielo muestra un hombre que no buscó el poder, pero que terminó ocupándolo porque la estructura lo necesitaba.
Tensiones internas: Marte y Neptuno en cuadratura
Como toda carta astral, la de Prevost también presenta aspectos tensos. Uno de ellos es la cuadratura entre Marte y Neptuno, que puede hablar de conflictos entre el impulso de acción y la visión idealista. Esto puede traducirse en momentos donde sus deseos de cambio se enfrenten a la realidad del Vaticano, o donde su impulso de actuar se vea frenado por consideraciones más espirituales o políticas.
Otro aspecto complejo es el vínculo entre el Sol y Neptuno, que puede generar confusión de identidad o idealización excesiva de ciertos proyectos. Será fundamental que, como Papa, logre mantener el equilibrio entre su sensibilidad pisciana y su racionalidad virginiana.
El simbolismo del nombre León XIV
En astrología, los nombres no son neutros. El hecho de que haya elegido el nombre de León XIV también tiene una carga simbólica: Leo es el signo solar por excelencia, y está íntimamente relacionado con el liderazgo, el coraje y la expresión auténtica del ser.
Elegir ese nombre podría simbolizar su intención de ejercer un liderazgo más visible, centrado en la autoridad moral y la dignidad del cargo. También puede verse como un gesto de reivindicación del poder espiritual frente a las tensiones del mundo moderno.
Un líder espiritual con un camino marcado por los astros
Todo en su carta astral indica que Robert Prevost no es un Papa más. Es un hombre profundamente marcado por la espiritualidad, el compromiso social y el trabajo silencioso. Pero también por el poder transformador de su rol. La astrología muestra que su liderazgo no será estridente, pero sí decisivo. Más que hablar, va a actuar. Más que imponer, va a sostener.
Será un pontificado de transición, sí, pero también de siembra. De esos que no buscan gloria inmediata, sino frutos a largo plazo. Los astros lo dicen con claridad: su destino estaba escrito mucho antes del Cónclave.