RECETA

Budín marmolado casero: la receta que transforma un clásico en una tentación

Una preparación simple y deliciosa que combina vainilla y cacao en un mismo bocado. Paso a paso para lograr un budín marmolado casero ideal para la merienda o el desayuno.

Budín marmolado casero: la receta que transforma un clásico en una tentación

El budín marmolado es una de esas recetas que nunca pasan de moda. Con su contraste de vainilla y cacao, logra un equilibrio perfecto entre sabor y estética: la mezcla bicolor que le da nombre no solo lo convierte en un atractivo visual, sino también en una propuesta irresistible para acompañar un café, una merienda en familia o un desayuno especial.

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Su origen se remonta a la tradición europea, donde el “marble cake” se popularizó por la sencillez de sus ingredientes y la posibilidad de combinar distintos sabores en una sola masa. Hoy, esta preparación se mantiene vigente en las cocinas hogareñas de todo el mundo y continúa transmitiéndose de generación en generación.

A continuación, el paso a paso para preparar un budín marmolado casero, con ingredientes fáciles de conseguir y un procedimiento accesible para cualquier nivel de experiencia en la cocina.

Qué ingredientes se necesitan para hacer un budín marmolado

Para elaborar un budín marmolado clásico se requieren productos básicos de repostería que probablemente ya estén en la alacena:

  • 200 g de manteca a temperatura ambiente

  • 200 g de azúcar

  • 4 huevos

  • 200 g de harina leudante (o harina común con 2 cucharaditas de polvo de hornear)

  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

  • 2 cucharadas de cacao amargo en polvo

  • 50 ml de leche

Paso a paso: cómo hacer un budín marmolado

  • Batir la manteca con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y de color más claro. Este proceso es clave para que el budín resulte esponjoso.

  • Agregar los huevos de a uno, batiendo bien después de cada incorporación. Esto ayuda a integrar la mezcla sin que se corte.

  • Incorporar la esencia de vainilla y luego sumar la harina previamente tamizada, alternándola con la leche. Mezclar con movimientos envolventes para mantener el aire en la preparación.

  • Dividir la masa en dos partes iguales. A una de ellas añadirle el cacao amargo, mezclando hasta que quede bien integrado.

  • Preparar el molde: enmantecarlo y enharinarlo, o forrarlo con papel manteca para facilitar el desmolde.

  • Armar el marmolado: volcar en el molde porciones alternadas de mezcla de vainilla y de cacao. Con la ayuda de un palillo o cuchara, realizar movimientos suaves en espiral para generar el efecto marmolado característico.

  • Llevar al horno precalentado a 180 °C durante 40 a 45 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.

  • Dejar enfriar antes de desmoldar. Esto evita que el budín se quiebre y permite que adquiera mejor consistencia.

Consejos para un resultado perfecto

  • No sobrebatir la mezcla una vez agregada la harina: de lo contrario, se puede perder aire y el budín quedará más compacto.

  • El cacao debe ser amargo y de buena calidad, para lograr un sabor más intenso.

  • Si se desea un budín más húmedo, se puede reemplazar parte de la leche por crema de leche.

  • Conservarlo en un recipiente hermético mantiene la frescura por varios días.

Un infaltable de la mesa dulce

El budín marmolado no solo es fácil de preparar, sino que también es una receta versátil: puede servirse solo, espolvoreado con azúcar impalpable o acompañado de una taza de té o café. Su sencillez lo hace ideal tanto para los que recién comienzan a animarse en la repostería como para quienes buscan un clásico infalible para compartir en reuniones.

Con ingredientes accesibles y un procedimiento sin complicaciones, este budín se convierte en un recurso perfecto para sumar dulzura a cualquier momento del día.

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