Para los que no saben la diferencia entre el huevo con yema amarilla y el de naranja, te contamos de qué se trata.
En el universo culinario, pocos alimentos ofrecen tanta versatilidad y presencia en nuestra dieta diaria como el huevo. Su apariencia, desde el tamaño hasta el color, varía ampliamente y a menudo genera interrogantes entre los consumidores. Un aspecto en particular que despierta curiosidad es el color de la cáscara y, especialmente, el de la yema.
Una de las diferencias más visibles entre los huevos es el color de su cáscara. Es común encontrar huevos con cáscaras blancas y marrones en el mercado. Sin embargo, este contraste no tiene ninguna relación con la calidad del huevo. El color de la cáscara simplemente refleja la raza de la gallina que lo puso. Las gallinas de plumaje blanco generalmente ponen huevos de cáscara blanca, mientras que las de plumaje más oscuro ponen huevos de cáscara marrón.
La diferencia más intrigante y que suele suscitar preguntas es la variación en el color de la yema. Algunas yemas son de un amarillo pálido, mientras que otras pueden ser de un intenso color naranja. ¿Qué significa esta variación? ¿Implica una diferencia en calidad o valor nutricional?
En realidad, la respuesta es simple: el color de la yema está determinado por la dieta de la gallina. Los pigmentos responsables de esta coloración son los carotenoides, que se encuentran en diversos vegetales y alimentos. Cuanto más ricos en carotenoides sean los alimentos que consume la gallina, más intensa será la pigmentación de la yema.
Es crucial destacar que, al igual que ocurre con el color de la cáscara, la tonalidad de la yema no afecta la calidad del huevo. Tanto una yema amarilla como una naranja ofrecen la misma calidad nutricional. Lo que varía es únicamente el tipo de alimento que la gallina ha ingerido. En resumen, no hay un tipo de huevo superior al otro; ambos son igualmente nutritivos y seguros para el consumo.
La preferencia por una yema de cierto color puede estar influenciada por factores culturales o personales. En algunos lugares, se prefiere la yema naranja por considerarla más fresca o natural, mientras que en otros, el color no es un criterio relevante a la hora de elegir huevos.