RECETA

El clásico de chocolate que todos aman: cómo hacer marroc casero con pocos ingredientes

Un paso a paso simple y accesible para preparar marroc casero con ingredientes básicos: chocolate, pasta de maní y cacao. Ideal para acompañar la merienda, regalar o disfrutar en porciones individuales.

El clásico de chocolate que todos aman: cómo hacer marroc casero con pocos ingredientes

El marroc es uno de esos dulces que atraviesan generaciones. Su sabor inconfundible —una combinación suave de chocolate con crema de maní y cacao— lo convirtió en un clásico argentino difícil de reemplazar. En los últimos años, la posibilidad de prepararlo de manera casera empezó a ganar terreno, especialmente entre quienes buscan alternativas económicas y rápidas para darse un gusto sin depender de las versiones industriales.

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La buena noticia es que el marroc casero se hace con ingredientes fáciles de conseguir: chocolate para derretir, pasta de maní y una pequeña cantidad de cacao en polvo. No requiere técnicas avanzadas ni equipamiento especial; alcanza con un bowl, una espátula y un molde. Además, permite controlar la intensidad del chocolate y el dulzor de la crema central, algo que muchos valoran si buscan opciones más equilibradas.

Qué ingredientes necesitás para preparar marroc casero

La receta clásica casera combina productos simples y habituales:

  • 200 g de chocolate con leche

  • 3 a 4 cucharadas de pasta de maní

  • 1 cucharadita de cacao amargo

  • Molde rectangular o fuente pequeña forrada con papel manteca

No se utilizan ingredientes adicionales para “inflar” la preparación ni se agregan saborizantes artificiales: la mezcla entre chocolate y maní funciona por sí sola. También se puede optar por chocolate semiamargo según preferencia, aunque la versión tradicional se hace con chocolate con leche.

Paso a paso: cómo lograr que quede firme, parejo y con el sabor característico

El secreto del marroc casero está en trabajar rápido una vez que el chocolate está derretido y en distribuir bien las capas para lograr su textura típica.

  • Derretir el chocolate: hacerlo a baño maría o en intervalos cortos en microondas, mezclando cada vez para evitar que se queme.

  • Armar la primera capa: colocar una parte del chocolate derretido en el molde y distribuir de manera pareja. Llevar al freezer por unos minutos hasta que solidifique.

  • Preparar la crema de maní: en un bowl aparte mezclar la pasta de maní con el cacao amargo hasta integrar. La mezcla debe quedar cremosa, no demasiado líquida.

  • Agregar la capa de maní: una vez que la base de chocolate esté firme, colocar la crema y emparejar con una espátula.

  • Cubrir con el resto del chocolate: sumar la capa final y extender para sellar toda la superficie.

  • Llevar nuevamente al freezer: entre 20 y 30 minutos, hasta que esté completamente firme.

  • Desmoldar y cortar: hacerlo con un cuchillo filoso, en cuadrados o bastones.

El resultado es un dulce suave, con un equilibrio perfecto entre chocolate y maní, ideal para acompañar un café, sumar a una mesa dulce o guardar en la heladera para comer de a poco.

Por qué el marroc casero es una tendencia en crecimiento

Hay varios motivos que explican por qué esta preparación volvió a ganar popularidad. Por un lado, su costo accesible en comparación con los productos industriales. Por otro, la posibilidad de personalizar la intensidad del chocolate, elegir una pasta de maní sin azúcar o adaptar la receta a gustos familiares.

Otra razón clave es su simpleza: se prepara en pocos minutos y sólo necesita frío para tomar forma, algo que lo convierte en una opción ideal para quienes no se sienten cómodos cocinando postres más elaborados. Además, se conserva muy bien en heladera, por lo que se puede preparar con anticipación sin perder calidad.

El marroc casero recupera esa sensación de “dulce de infancia”, pero con un toque artesanal que lo vuelve especial. Una receta que no falla, que rinde y que, literalmente, se derrite en la boca.

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