Un ejemplo

Fuerte decisión del dueño del restaurante que se enteró que un cliente maltrató a su camarera

Con un mail, el dueño del restaurante tuvo un gesto estelar con una de sus empleadas que fue maltratada por un grupo de ricos que asistieron a lugar.
Fuerte decisión del dueño del restaurante que se enteró que un cliente maltrató a su camarera

Fuerte decisión del dueño del restaurante que se enteró que un cliente maltrató a su camarera

Lee Skeet y tiene un restaurante en Reino Unido. Su establecimiento gastronómico se llama Cora y suele ser muy exitoso.

Tal es así que su historia respecto a la defensa que le hizo a una de sus camareras se convirtió en un fuerte ejemplo para la población.

"Anoche (4 de mayo) vinieron seis personas y se sentaron en una mesa. En cuanto entraron no demostraron ser muy amables: eran ricos, arrogantes. Estoy agradecido por todos los clientes que recibimos. Pero para ser sincero, ellos fueron unos imbéciles desde el primer momento", declaró a la agencia local Kennedy News and Media.

La única mesera del lugar, Lily, los recibió. Tras atenderlos, y terminar su turno del día, esta joven de 22 años fue a conversar con Skeet. "Estaba enojada. Me dijo cómo eran ellos y que uno la tomó del brazo de forma un poco agresiva", indicó el hombre.

"No fueron cordiales y la trataban a Lily con desprecio. Le faltaban el respeto y se comportaban como si fueran mejores que ella. Le hablaban como si no fuera nadie", manifestó su jefe.

El británico se dio cuenta durante la noche que fueron irrespetuosos con la empleada, aunque no sabía todo lo que había soportado ella. Él se llenó de ira mientras la mujer le revelaba el hecho.

"Solo estamos ella y yo en el restaurante (es pequeño) y somos muy unidos. Es como una hija para mí. Yo tengo una hija y esto (lo que vivió) me molestó demasiado", aseveró.

Skeet recordó que, antes de servirles el primer plato, los seis comensales ya habían bebido una botella de vino cada uno. "Habían tomado seis botellas de la misma caja y dijeron que la sexta se encontraba en mal estado. Intentaban buscar culpables y yo les avisé 'no, de todas formas lo van a pagar'", expresó. En total, gastaron £1000 en la cena. Y no dejaron propina.

Luego de que los clientes abandonaran el lugar, y la camarera le contara acerca de este episodio, él se dispuso a contactarlos: consiguió el correo electrónico de uno de ellos, era la persona que había reservado la mesa por medio de la web.

En el email que le mandó, los criticó a todos con dureza. "No vuelvan nunca más al restaurante", les advirtió en el texto.

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