—¿Sabes si el 23 pasa durante la noche?
—Creo que no…
—¿Sabes cómo puedo ir a Constitución?
“Le comento las alternativas, pero viendo su cara, indagué un poco más. Había pureza en su mirada, susto y un poco de niñez. Me cuenta que era su primer día de trabajo. Que vivía en Don Orione.”, continúa Diego en su relato.
Para muchos, la primera vez en la Capital suele ser difícil. Es un terreno desconocido que se requiere de cierta valentía. “Sus 18 años y la nula experiencia en la noche porteña lo dejaban regalado. Me acota que casi llorando le manda mensajes a su mamá porque no sabía cómo volver".
—¿Es seguro esperar en Constitución?, vuelve a preguntar el chico.
Diego, su salvador, se fija en su celular cuáles son las mejores opciones. “Me dice que se podía ir caminando hasta otra parada, porque el 23 claramente no iba a pasar y que sus nuevos compañeros de trabajo ya lo habían esperado casi una hora”, fue uno de los mensajes que escribió en un hilo de Twitter.
"Vi a un nene asustado, preocupado y angustiado"
Diego pensó que no era una buena opción dejarlo solo a esa hora en Constitución. Después de unos minutos de incertidumbre, el panorama se empezó a aclarar. "Dimos en la tecla: el 160 pasa toda la noche y lo deja a 6 cuadras de la casa. Sin embargo, la parada estaba a 30 cuadras y no tenía nada directo que lo lleve hasta allí".
“Vi a un nene, asustado, preocupado, angustiado y con pilcha nueva porque era su primer día de trabajo como bachero”. Diego agarro el auto y con su novia lo llevaron hasta la parada del 160. Eran las 2.30 de la madrugada.
Intercambiaron teléfonos para que se avisen de que haya llegado bien. El protagonista de que el chico llegue a destino cerró su tuit con una emotiva reflexión: "A veces nos quejamos de lleno del esfuerzo que hace uno u otro. Ver a ese chico fue ver a millones de laburantes que todos los días viajan de Provincia a Capital en busca de una oportunidad".