El psicoanalista se enfrenta diariamente con la realidad de que un paciente no es un ser libre. "Por el contrario", afirma Rolón, "es alguien que se encuentra sujetado": a su historia, a sus deseos inconscientes, a la palabra. El lenguaje juega un papel crucial, y a través de él, las personas construyen y, al mismo tiempo, ocultan lo que son y lo que sienten. En esta sujeción, el paciente busca liberar aquello que lo oprime.
image.png
Gabriel Rolón: sus mejores frases
Rolón también nos ha enseñado sobre el amor de una forma que parece sencilla pero está llena de profundidad. "El amor sano no implica que alguien no ‘pueda’ vivir sin el otro, porque eso sería patológico", explica. Amar no es una dependencia, sino una elección: "Implica que no ‘quiere’ vivir sin el otro, aunque pueda, que ‘desea’ estar a su lado porque con esa persona su vida es más plena que sin ella". El amor, en su forma más saludable, se trata de desear, no de necesitar.
No todo en la vida de Rolón ha sido teórico. En sus relatos personales, también refleja la importancia de las figuras que marcaron su historia, como su padre. "A mi papá solo lo tuve cinco años de mi vida", recuerda un paciente en una de sus obras, "Sin embargo, es lo más importante que he tenido jamás". Esta frase resume algo que muchos compartimos: algunas personas, aunque estén poco tiempo en nuestras vidas, dejan huellas imborrables.
Otra lección que Rolón nos ha regalado es la idea de que nada en la vida es gratis. Todo tiene un costo, incluso en las relaciones humanas. "Yo, simplemente, estoy pagando una deuda que tengo con usted", dice uno de sus personajes, reflejando una verdad con la que todos podemos identificarnos: nuestras acciones y decisiones siempre tienen consecuencias, y no podemos escaparlas.
La conciencia de la muerte también está muy presente en las reflexiones de Rolón. "No somos hombres y mujeres porque vivimos", asegura, "somos hombres y mujeres porque sabemos que vamos a morir". Esta conciencia, lejos de paralizarnos, nos empuja a armar proyectos. Porque, como bien dice el psicoanalista, "cuando alguien arma un proyecto, pone algo entre la muerte y él: ‘Hoy voy a hacer tal cosa, mañana tal otra’". Los proyectos nos ayudan a lidiar con la angustia existencial y nos mantienen en movimiento. "Cuando las personas se quedan sin proyectos, aparece la depresión", advierte, algo que muchos han experimentado al perder el rumbo en su vida.
Y, volviendo al tema del amor, Rolón enfatiza que la clave de un amor sano no está en necesitar al otro, sino en desearlo. Reconocer los defectos de la persona amada es fundamental: "La clave del amor", como le dijo su analista alguna vez, "está en preguntarse sinceramente si uno puede tolerarlos sin estar todo el tiempo protestando, y ser feliz a pesar de ellos".
image.png
Gabriel Rolón: sus mejores frases