El problema no se limitó a una sola manzana. Según detalló Montero, los episodios comenzaron en las calles Arce y Eslovenia y luego se expandieron a plazas y espacios claves de la zona: Una construcción en la plaza de Dorrego y Báez y el sector de Libertador y Lacroze, donde también se detectaron cebos peligrosos.
Los vecinos organizaron chats grupales, cuentas de Instagram y hasta rondas de control para advertirse mutuamente. La alarma no solo corre entre quienes tienen mascotas, sino también en paseadores, porteros y encargados de edificios, quienes ahora actúan como vigías permanentes.
Montero fue contundente: “Esto es un delito grave. Puede haber más veneno tirado y alguien tiene que actuar ya”. El conductor pidió revisar las cámaras de seguridad de la ciudad en las zonas donde ocurrieron los hechos, entre martes y jueves de la semana pasada, alrededor de la medianoche, para intentar identificar al responsable.
La causa quedó en manos de la UFEMA (Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental), que deberá investigar el origen del veneno y dar con el responsable. Los vecinos exigen celeridad y un accionar firme del Gobierno porteño para evitar que nuevas víctimas aparezcan.
“Estamos hablando de alguien que claramente no está bien de la cabeza, alguien a quien le molestan los animales en las plazas, pero que además comete un delito grave. Esto no puede quedar impune”, cerró Montero, visiblemente indignado.