La vida del papa Francisco también fue contada en el cine. Jonathan Pryce y Juan Minujín lo retrataron como nadie, y hoy esa historia cobra un nuevo valor. Dónde ver la película y por qué es clave.
El Papa Francisco en el cine: la película que reveló su lado más íntimo y cambió la forma de verlo
La vida del Papa Francisco en el cine siempre estuvo cargada de simbolismo, contrastes y decisiones dramáticas que lo convirtieron en un personaje fascinante más allá del Vaticano. Este 21 de abril de 2025, tras conocerse la noticia de su muerte, se reabrió la mirada sobre cómo el cine abordó su figura. Su historia ya era parte de los libros. Ahora también se consolida como parte del lenguaje audiovisual.
El retrato más potente y mundialmente visto de Jorge Mario Bergoglio fue, sin dudas, el que protagonizó Jonathan Pryce en la película Los dos papas (2019), dirigida por Fernando Meirelles y escrita por Anthony McCarten. Una producción que no solo humanizó a uno de los líderes más carismáticos del catolicismo moderno, sino que también reveló el peso emocional y político que cargaba sobre sus hombros.
Francisco fue un Papa atípico desde el principio. Primer pontífice latinoamericano, jesuita, hincha de San Lorenzo, habitante de una habitación austera dentro del Vaticano. Su imagen se volvió tan icónica como polémica, tan cercana como política. Era cuestión de tiempo para que el cine quisiera retratar esa complejidad.
Antes de Los dos papas, ya habían existido acercamientos documentales y ficciones inspiradas en su figura. Pero ninguna alcanzó el nivel de profundidad emocional ni la repercusión global que tuvo el filme de Netflix, que lo mostró en un momento bisagra de su vida: cuando aún era cardenal Bergoglio y se enfrentaba al entonces papa Benedicto XVI.
Estrenada en 2019, Los dos papas fue la primera gran producción internacional que retrató el corazón humano de Francisco. La historia ficcionaliza, con notable verosimilitud, el diálogo interno del Vaticano durante la transición entre dos estilos papales: el conservador de Benedicto XVI (Anthony Hopkins) y el más aperturista del futuro Francisco.
En plena trama, el cardenal argentino aparece como una figura reflexiva, crítica de su pasado, y cargada de dudas sobre si debe o no aceptar el peso del papado. La película, que combina escenarios del Vaticano, Castel Gandolfo, Buenos Aires y Córdoba, representa de forma íntima el momento en que el mundo cambió de Papa, pero sobre todo muestra cómo el hombre detrás de la sotana también debía cambiar.
La elección del actor galés Jonathan Pryce para interpretar a Francisco fue celebrada por su asombroso parecido físico, pero también por la sensibilidad con la que encarnó al pontífice. “Yo no construí el personaje, él me construyó a mí”, dijo en rueda de prensa durante el estreno.
Pryce, que ya había interpretado a Juan Domingo Perón en Evita, se sumergió en entrevistas, discursos y grabaciones del papa para capturar su esencia. “No soy católico, pero es el primer Papa al que realmente escuché”, dijo el actor. Su preparación incluyó grabar escenas en español con acento porteño y trabajar junto a Juan Minujín, quien encarnó al joven Bergoglio.
El resultado fue una actuación tan cercana que le valió a Pryce una nominación al Oscar como Mejor Actor en 2020. Su interpretación no solo conmovió a la crítica, sino que ayudó a millones de espectadores a comprender al Papa argentino desde una dimensión más personal.
Los dos papas narra el histórico y poco conocido encuentro entre el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio y el papa Benedicto XVI, en medio de una Iglesia sacudida por escándalos y divisiones internas. La película imagina un intenso diálogo entre dos figuras opuestas: uno decidido a renunciar, el otro dudando si aceptar el papado. A través de conversaciones íntimas y confesiones personales, el filme explora los dilemas morales, las heridas del pasado y las visiones enfrentadas sobre el futuro de la Iglesia Católica. Es una historia de poder, fe y redención, basada en hechos reales.
La partida de Francisco reabrió ese archivo cinematográfico que quizás muchos tenían olvidado. Volver a ver Los dos papas hoy es ver el retrato de un Papa que eligió la autocrítica como forma de liderazgo, que se atrevió a decir que la Iglesia debía cambiar, que abrazó a los descartados y que no tuvo miedo de reírse de sí mismo.
Es también recordar que el cine, cuando logra tocar esa fibra profunda, se convierte en memoria colectiva. Y si hay una figura religiosa del siglo XXI que trascendió la liturgia para instalarse en la cultura pop, ese fue Francisco, el papa del pueblo.
“Yo quería saber cómo decía las cosas, cómo caminaba. No por religión, sino por lo que representaba para el mundo”, dijo Pryce. Y eso, justamente, fue lo que muchos encontraron en esta película. No solo al líder religioso, sino al hombre detrás del título.
Jonathan Pryce como Jorge Mario Bergoglio, el futuro papa Francisco. Su interpretación fue aclamada por su parecido físico y profundidad emocional.
Anthony Hopkins como Joseph Ratzinger, el papa Benedicto XVI, quien enfrenta el dilema de renunciar al cargo en un momento crítico para la Iglesia.
Juan Minujín como el joven Bergoglio, en escenas que retratan su pasado en Argentina, incluyendo los años oscuros de la dictadura.
Sidney Cole como el cardenal Peter Turkson, figura relevante en el diálogo sobre la modernización de la Iglesia.
Luis Gnecco como el cardenal Cláudio Hummes, cercano a Bergoglio.
Lisandro Fiks como el padre Franz Jalics, clave en el pasado del cardenal argentino.
María Ucedo como Esther Ballestrino, activista y mentora en la juventud de Bergoglio.
Emma Bonino como ella misma, en un cameo que suma contexto político al relato.
Thomas D. Williams como un periodista estadounidense, que introduce el clima mediático en torno al Vaticano.
La película Los dos papas está disponible en Netflix, plataforma en la que fue estrenada globalmente el 20 de diciembre de 2019. Actualmente, sigue formando parte de su catálogo y puede verse en cualquier país donde el servicio esté disponible.
Para verla, solo necesitás tener una cuenta activa en Netflix. Está disponible en versión original con subtítulos en español, así como también doblada al español latino, con excelente calidad de traducción y actuación de voz. La duración del filme es de 2 horas y 5 minutos.