Según se detalla en el sitio web del proyecto Educational Passages, el bote, llamado Rye Riptides, tiene menos de dos metros de largo, está decorado con dibujos hechos por los niños y está equipado con un dispositivo de rastreo.
El programa de minibotes que quería aplicar el colegio envía kits a los estudiantes para ayudarlos a aprender temas de materias como ciencia, tecnología, ingeniería, arte y habilidades matemáticas, así como a establecer conexiones, según explicó este martes a CNN la directora ejecutiva del proyecto, Cassie Stymiest.
"Cuando envías el barco, no tienes idea de dónde va a terminar, cómo va a llegar, si es que termina en algún lugar", agregó Stymiest. Apenas supo que había tocado tierra en la pequeña isla noruega de Smela, Sheila Adams, iniciadora del proyecto, anunció la noticia a través de Internet con la esperanza de dar con alguien que pudiera "ayudar en la recuperación para evitar daños a la embarcación".
Finalmente, este 1 de febrero el estudiante de sexto grado Karel Nuncic lo encontró y lo trasladó hasta su colegio. El bote había perdido parte del casco y estaba densamente cubierto de conchas, pero la cubierta y el compartimiento de carga permanecieron intactos.