Curiosidades

¿Por qué se le dice "rata" a alguien tacaño?

Llamar “rata” a alguien tacaño surge de la observación de sus hábitos y de siglos de tradición cultural que convirtieron al roedor en símbolo de mezquindad.

Llamar “rata” a alguien tacaño tiene raíces históricas y culturales

Llamar “rata” a alguien tacaño tiene raíces históricas y culturales

En el lenguaje cotidiano de muchos países hispanohablantes, llamar “rata” a alguien tacaño es una forma de señalar, de manera despectiva, a quien cuida excesivamente lo suyo y evita gastar o compartir. Esta asociación con el roedor tiene raíces históricas y culturales profundas.

Desde tiempos antiguos, las ratas fueron percibidas como animales oportunistas: viven escondidas, buscan recursos ajenos y acumulan alimentos sin compartirlos. Esa conducta, observada en entornos domésticos y urbanos, facilitó la creación de una metáfora que vincula la astucia y la acumulación con la tacañería humana.

Durante la Edad Media, la fama negativa de las ratas se vio reforzada por su relación con la peste y los lugares insalubres que habitaban. Esta imagen contribuyó a que el animal se convirtiera en un símbolo idóneo para representar a quienes guardan demasiado y son poco generosos.

La expresión “rata” como sinónimo de tacaño comenzó a consolidarse en el siglo XX, especialmente en ciudades de España y América Latina, y con el tiempo se integró al habla cotidiana, permaneciendo hasta hoy como una forma rápida y directa de describir la mezquindad o la avaricia.

Otro término despectivo que deriva de este animal es "ratero". En la jerga popular, “rata” y “ratero” comparten un vínculo simbólico, aunque sus significados difieren: la primera se aplica a quien es tacaño o avaro, que retiene lo propio sin gastar ni compartir, mientras que la segunda describe a quien toma lo que no le pertenece. Ambos términos se perciben como insultos y se sienten familiares por la conexión con la rata, pero la diferencia clave es que el tacaño retiene y el ratero se apropia de lo ajeno, lo que ayuda a entender la metáfora sin confundir los significados.

En distintos países de habla hispana como Argentina, México y España, “rata” pasó de ser una simple comparación con el animal a convertirse en sinónimo de tacañería o mezquindad.

Otras expresiones para describir a los tacaños

tacaño

El lenguaje popular ha creado múltiples metáforas para caracterizar la tacañería:

  • Codo: refiere a quienes “aprietan el codo” para no gastar.

  • Agarrado: describe a quienes se aferran a sus pertenencias.

  • Miserable: enfatiza la negativa a compartir con un uso más formal o literario.

  • Avaro: un término clásico y más serio presente en literatura y textos históricos.

Cada término refleja cómo la creatividad lingüística transforma observaciones cotidianas en formas de describir la conducta humana.

Historia y curiosidades

  • En la literatura del Siglo XIX, personajes denominados “ratas” fueron frecuentemente caracterizados por su codicia y tacañería, consolidando la metáfora.

  • Diversos refranes y dichos populares utilizaron la imagen de la rata para ilustrar la acumulación excesiva o la mezquindad, como “Más rata que un coleccionista de monedas”.

  • Se ha observado que las metáforas de animales facilitan la comprensión de conductas humanas, lo que explica la abundancia de expresiones como “burro” para alguien torpe o “zorro” para alguien astuto.

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