Después de un año sin actividad, la Virgen de Metán lloró sangre mientras rezaban por la aparición del pequeño Loan.
La angustia y la desesperación por la desaparición del pequeño Loan Danilo Peña, de cinco años, oriundo de 9 de Julio, Corrientes, han invadido al país entero. En medio de este doloroso contexto, un fenómeno religioso ha capturado la atención y la esperanza de muchos.
Rosana Mendoza, una devota de Metán, encendió una vela y elevó sus oraciones por la aparición con vida de Loan y otra niña desaparecida. Horas más tarde, la imagen de la Virgen Rosa Mística en su hogar comenzó a llorar sangre, un hecho que no ocurría desde hace año y medio.
“Prendí una vela esta mañana cuando me levanté, recé y pedí por Loan y por otra nena que están desaparecidos”, relata Rosana con voz conmovida. Alrededor de la 1:15 de la tarde, notó que la imagen de la Virgen estaba nuevamente cubierta de manchas de sangre. Para muchos habitantes de esta localidad salteña, este fenómeno es una señal divina en medio de la incertidumbre.
Metán es conocida por su devoción y fervor religioso, y la noticia de la Virgen llorando sangre se ha esparcido rápidamente, interpretada como un símbolo de la angustia compartida y la fe en la intervención divina. La comunidad se ha unido en oración, esperando un milagro que devuelva a Loan a su hogar.
Loan desapareció hace veinte días, y a pesar de la atención internacional que ha recibido el caso, aún no hay pistas sobre su paradero. Las autoridades temen que haya sido víctima de trata de personas, un crimen que ha movilizado a la sociedad argentina en un clamor unísono por su regreso.
