En medio de un escenario global cada vez más vulnerable a las crisis energéticas, dos de las mentes más influyentes del siglo XXI —Bill Gates y Elon Musk— han encendido las alarmas. Aunque no se trata de una predicción apocalíptica ni de una teoría conspirativa, ambos empresarios coinciden en algo inquietante: el mundo no está preparado para afrontar un gran apagón eléctrico. Y podría ocurrir antes de lo que imaginamos.