Después de tres semanas de hospitalización, Hannah falleció la noche pasada en el hospital Ichilov de Tel Aviv. Su padre, visiblemente consternado, declaró: "Nuestra hija murió tras 22 años de heroísmo". El dolor de la familia se ve reflejado en el trágico desenlace de una lucha que ha marcado sus vidas.
En el entierro de Hannah, que tuvo lugar hoy, se pudo observar la presencia de decenas de personas, según imágenes de la cadena pública Kan 11. Durante la ceremonia, la hermana de Hannah mencionó a la hija de la difunta, quien estaba presente junto a su madre el día de la tragedia y milagrosamente logró sobrevivir.
El ataque a la pizzería Sbarro se ha convertido en uno de los episodios más sangrientos y simbólicos de la segunda Intifada, un período de conflicto y violencia que afectó profundamente a la región. El legado de Hannah Nachenberg y de todas las víctimas de aquel atentado seguirá vivo en la memoria colectiva, recordándonos la importancia de buscar la paz y la reconciliación en medio de los conflictos que asolan la humanidad.