La deuda argentina para 1998 llegaba a representar el 49 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), pero superaba los 147 mil millones de dólares, siendo imposible sostener la paridad cambiaria y produciendo una recesión al año siguiente en que la economía decreció 3.4 por ciento
El "Corralito" y la debacle
De la Rúa, quien había sido alcalde de Buenos Aires desde 1996, ganó las presidenciales como líder de la agrupación Alianza (UCR-FREPASO) y tomó posesión en 1999.
Los graves desequilibrios económicos y el plan de ajuste, unido al escándalo de corrupción que en el 2000 impulsó la dimisión del vicepresidente Carlos Álvarez llevaron al gobierno de De la Rúa a agonizar la situación económica provocando la salida de capitales del sistema bancario.
La operación financiera, conocida como el “Megacanje”, buscó reestructurar la deuda con los bancos y fondos internacional con tasas de interés que superaban el 15 por ciento, causando un mayor incremento de la deuda externa.
El FMI otorgó un “blindaje” multimillonario al país para otorgar confianza a las inversiones y bajar los intereses, medidas que fueron insuficientes para el 2001 con el aumento del Riesgo País (la capacidad y confianza de un país en inversiones) por encima de los mil puntos.
La interrupción del FMI en otorgarle fondos Argentina, las renuncias de los ministros de economía José Luis Machinea, ante el fallo del “blindaje”, y de Ricardo López Murphy, quien aplicó recortes en gasto público en educación y salud, una reducción del dinero en pensiones y la postergación del pago de salarios generaron mayores fugas de capitales para marzo de 2001.
Las largas filas en los cajeros bancarios y una crisis de legitimación gubernamental generó la victoria del Partido Justicialista, de corte peronista, en las elecciones legislativas realizadas en octubre.
Domingo Cavallo, quien asumió nuevamente como ministro de Economía en marzo, anunció el 1 de diciembre del 2001 en cadena nacional la imposición del “Corralito”, impidiendo el retiro de efectivo en cajeros limitando a sólo 250 pesos argentinos o dólares a la semana con el motivo de evitar una mayor fuga de capitales, paralizando la economía y produciendo una crisis política.
Solo dos cuentas bancarias y retrasos en los pagos
El 11 de diciembre, el gobierno decide que los ahorristas solo puedan tener dos cuentas en distintos bancos. Esta medida se toma porque muchos intentan sacar más del tope máximo de dinero semanal de 250 dólares, abriendo varias cuentas en diferentes entidades. Se da de baja el beneficio de una quita del 5% del IVA para tarjetas de débito y se suspenden los beneficios impositivos para el sector privado. Además, se prevé pagar el aguinaldo de los empleados estatales en 3 cuotas y también incluir a jubilados en la medida. También se atrasa el pago de jubilaciones por una semana.
La situación se tornó explosiva y estalló el 19 de diciembre cuando miles de desocupados de todo el país se lanzaron sobre los supermercados en busca de alimentos. En algunos distritos del gran Buenos Aires, se hicieron fuertes los rumores de que el gobierno provincial fomentó los saqueos ordenando la no intervención policial como una manera de precipitar la caída de De la Rúa.