En su cuarta temporada, la superproducción protagonizada por Gabriel Goity volvió a escena en el Teatro Presidente Alvear.
La celebrada versión de este clásico de Edmond Rostand, con adaptación y dirección de Willy Landin, regresó a la cartelera porteña con una puesta remozada y un impactante despliegue escenográfico
En su cuarta temporada, la superproducción protagonizada por Gabriel Goity volvió a escena en el Teatro Presidente Alvear.
La celebrada versión de Cyrano, de Edmond Rostand, con adaptación y dirección de Willy Landin, regresó a la cartelera porteña con una puesta remozada y un impactante despliegue escenográfico. Un clásico indestructible del teatro francés se suma a una verdadera superproducción para contar una historia de amor que desafía las apariencias: la de un hombre noble y valiente, aunque acomplejado por su enorme nariz.
Como nota de color vale la pena saber que Cyrano de Bergerac se presentó en el Teatro San Martín en 1977. Una de esas funciones tuvo entre sus espectadores a un niño que jamás había asistido al teatro y que quedó tan impresionado por la obra que decidió convertirse en Cyrano algún día. Ese niño se llamaba Gabriel Goity.