“Quiero agradecer sinceramente a la Defensora del Pueblo, María Rosa Muiños, por la entrega del premio Alicia Oliveira a los defensores y defensoras de derechos humanos”, dijo el Papa Francisco en el video que envió a la Defensoría como agradecimiento por el galardón que recibió. “No soy adepto a recibir premios a distancia; Pero decidí hacer una excepción por el recuerdo de Alicia (Oliveira), por la amistad que nos unió durante tantos años. Este premio tiene para mí un valor especial, porque supone un reconocimiento en la defensa de los derechos humanos”.
Tras escuchar el mensaje de Francisco, la presentación estuvo a cargo de la Defensora Muiños, quien comenzó su alocución hablando del contexto en el que se desarrolló la actividad de hoy: “Estamos pasando momentos en el país que requieren de una profunda reflexión y debate, y quien mejor para recibir este premio que nuestro Sumo Pontífice, quien ha hecho una profesión de fe respecto a tender puentes, al valor de la fraternidad y al valor de las personas en forma individual y colectiva. Nosotros, como pueblo, lo acompañamos en esta suerte de pelea permanente para ayudar y para poner en valor a los que menos tienen. Esa también es función de la Defensoría del Pueblo como institución y cada uno de nosotros y nosotras como porteños y argentinos”, aseguró.
Además, la Defensora agregó: “Siempre trato de que mi voz y la de la institución sea de esperanza y de lucha. Espero que esta jornada sirva para eso. Para no sentirnos solos y solas en esta pelea. Y sepan que acá vamos a estar para lo que haga falta”.
Uno de los discursos más emotivos fue el de María José Sarrabayrouse Oliveira, investigadora del Conicet e hija de Alicia Oliveira: “La decisión de que el premiado sea Francisco no solo me parece acertada en este contexto, sino que es una reivindicación histórica”, dijo y concluyó: “No hay que pasar por la vida inadvertidos y silenciosos, hay que dejar huella y hacer mucho ruido. Eso nos diría hoy Alicia”.
El Padre Carrara, por su parte, afirmó: “El Papa Francisco es un profeta de la dignidad humana, en cada uno de los temas siempre se pregunta y plantea como desafío cómo cuidar a todos y especialmente a los últimos, a los más frágiles”.
Por último, fue el turno del Padre Toto: “La fe profunda que nuestros vecinos traen desde sus raíces y la solidaridad natural de nuestros vecinos es una escuela de vida para nosotros, los curas de los barrios. Los más pobres serán siempre protagonistas a la hora de poner de pie al país frente a las adversidades y egoísmos. De la mano del Papa queremos estar más que nunca junto al pueblo, como nos enseñó el Padre Mugica. Reafirmamos lo que venimos diciendo sobre la necesidad imperiosa de que las clases dirigentes vuelvan a estar cerca de la gente. Con convicción seguiremos estando al lado de los que necesitan un Estado presente, promoviendo la justicia social, inventando nuevos caminos, buscando el bien de la Patria, defendiendo con todo la democracia, sin callar lo que pensamos y hablando con hechos”, dijo y agregó: “Agradezco de todo corazón a la Defensoría y a los presentes. Gritemos cada vez con más fuerza: ‘Vení, Francisco, tu pueblo te espera”.