Además, explicaron que el nivel en las ciudades se mantendrá estable en los próximos días, con una tendencia "estable o de descenso gradual que continuará hasta principios de diciembre", gracias a las decisiones de "subir la capacidad del embalse, permitiendo que el río no crezca en los puertos" de las ciudades.
Sin embargo, de las cerca de 500 familias que permanecen evacuadas, la mayoría se trasladó a direcciones particulares o se estableció en lugares cercanos a sus viviendas, mientras que menos de 100 grupos familiares continúan en los cinco centros de evacuados dispuestos.
Allí reciben alimentos, cuidado, prevención, campañas de vacunación, seguimiento de pacientes con enfermedades crónicas y chequeos generales de salud, además de la atención y reubicación de animales de las familias.
El secretario de Desarrollo Social local, Amadeo Cresto, resaltó que "hay un trabajo serio y con mucho compromiso" en cada centro de evacuados, donde "se trabaja lo social, nutricional, la salud, las rutinas de escuelas y actividades deportivas", en tanto muchos quedaron bajo el agua cuidando los pocos bienes materiales que sobrevivieron a la invasión del agua.
La Municipalidad continúa las recorridas en zonas de riesgo
Mientras tanto la Municipalidad continúa las recorridas en zonas de riesgo de inundación y barrios afectados, y siguen los trabajos de monitoreo y asistencia junto con el personal del Ejército Argentino, Bomberos Voluntarios y el Comité Operativo de Emergencia (COE).
Múltiples instalaciones de la Costanera, canchas de fútbol, el centro de colonias de vacaciones y sedes de clubes se encontraban cubiertos por el agua.
Por otro lado, la funcionaria municipal Ligia Wurfel comparó los registros de inundaciones anteriores y destacó que la ciudad tiene "unas 600 familias menos en los centros de evacuados" que en la inundación de 2015 y 2016, debido a las tareas de reubicación de varios asentamientos en barrios de viviendas nuevas.