La participación ciudadana es clave para los analistas porque en el sistema español, tradicionalmente la abstención es mayor en los votantes de izquierda y menor en los de derecha, lo que puede incidir en los resultados de hoy y marcar una fuerte diferencia con los de abril pasado, en los que el bloque de izquierda sumaba mayoría, en parte, gracias a un casi récord índice de participación. De hecho, en 2016, cuando hubo una situación similar en la que hubo que repetir las elecciones seis meses después -al no conseguir el expresidente Mariano Rajoy los apoyos necesarios-, la abstención creció casi cuatro puntos y benefició al entonces gobernante Partido Popular.
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Un padre español se busca en el padrón electoral
Un padre español se busca en el padrón electoral
Los principales candidatos, además del líder del PSOE, son el conservador Pablo Casado (Partido Popular), el liberal Albert Rivera (Ciudadanos), el jefe de la centroizquierda Pablo Iglesias (Unidas Podemos) y el candidato de la extrema derecha, Santiago Abascal (Vox). Entre los cinco concentran más del 80% de los votos, mientras que los partidos nacionalistas y separatistas catalanes y vascos concentran el resto de los sufragios. Según el promedio de sondeos, las elecciones las ganará el PSOE pero estará muy lejos de la mayoría absoluta (obtendría alrededor de 27%), seguido por el PP, con 20%, un empate técnico entre Unidas Podemos y Vox en torno al 14% y con Ciudadanos alrededor del 9%.
Estos comicios fueron marcados por tres factores que determinarán los resultados de este domingo: el recrudecimiento del conflicto con el movimiento independentista catalán; el ascenso en las encuestas del partido de ultraderecha, con un discurso islamófobo y machista al cual la política española todavía no estaba acostumbrado (como sí pasa con los cercanos Francia, Bélgica e Italia); y el enfado ciudadano, visible desde las redes sociales hasta los medios y la calle, por la clase política y su incapacidad en ponerse de acuerdo.
Al ser una monarquía parlamentaria, España requiere de una mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados para investir a un primer ministro (que aquí es denominado presidente del gobierno). Pedro Sánchez no pudo obtener 176 votos positivos en el intento de investidura de julio pasado al querer acceder a un gobierno de coalición con los progresistas de Unidas Podemos, ya que exigían ser parte del Consejo de Ministros, mientras que los socialistas sólo aceptaban un gabinete monocolor, sin sus socios. La suma, de haber aceptado ambas partes, se hubiera conseguido con un detalle no menor para la política local: la abstención de los separatistas catalanes y vascos.
Para hoy, fueron convocados 37 millones de ciudadanos españoles para sufragar, inclusive los que viven en el extranjero. De todo el padrón exterior, el país con mayor cantidad de ciudadanos españoles es Argentina, con 457.000, seguido de Francia, Alemania, Estados Unidos, Venezuela, Cuba y México.