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La Vía Láctea podrá verse en su máximo esplendor; un espectáculo en el cielo nocturno

Aunque mayo es tradicionalmente considerado un mes propicio para observar la Vía Láctea, este año será junio el período ideal para quienes deseen contemplar el núcleo brillante de nuestra galaxia.

Mariano Colly
por Mariano Colly |
La Vía Láctea podrá verse en su máximo esplendor; un espectáculo en el cielo nocturno

Aunque mayo es tradicionalmente considerado un mes propicio para observar la Vía Láctea, este año será junio el período ideal para quienes deseen contemplar el núcleo brillante de nuestra galaxia. Según los especialistas, las condiciones atmosféricas y astronómicas se alinean en este mes para brindar una de las mejores postales del universo visible a simple vista.

El entusiasmo no tardó en propagarse entre astrónomos aficionados y observadores del cielo. La pregunta que más se repite en redes sociales y foros especializados es simple: ¿cómo encontrar la Vía Láctea en el cielo nocturno? Y aunque a simple vista puede parecer una tarea difícil, los expertos aseguran que con las condiciones adecuadas, es más fácil de lo que parece.

Una banda luminosa que cruza el cielo

La Vía Láctea es visible como una franja tenue y difusa de luz que recorre el firmamento de lado a lado. En junio, esta banda arqueada se extiende durante toda la noche, lo que permite una observación prolongada en casi cualquier latitud del planeta.

Preston Dyches, divulgador científico de la NASA, lo explicó en la edición de junio de su vlog mensual What's Up:

“Esta es la época del año en que la Vía Láctea es visible como una tenue banda de luz difusa que se arquea en el cielo toda la noche”.

Desde el hemisferio norte, la sección superior de esta banda —más tenue y difusa— atraviesa el llamado Triángulo de Verano, una figura celeste formada por las estrellas Deneb, Vega y Altair. En este contexto, la recomendación es seguir su trayecto del norte hacia el sur, lo que permitirá acercarse visualmente al núcleo de la galaxia.

Por su parte, quienes se encuentren en el hemisferio sur disfrutarán de una ventaja significativa: las noches son más largas y el núcleo galáctico se eleva más en el cielo. Como resultado, la Vía Láctea no solo se observa con mayor claridad, sino también con una intensidad mucho más notoria.

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Dónde mirar: orientación y consejos clave

La ubicación del observador y la dirección hacia la que se mire son determinantes. Según la latitud y la época del año, la franja galáctica puede aparecer en distintas partes del cielo:

  • Sureste en las primeras horas de la noche.

  • Sur en la medianoche.

  • Sudoeste al acercarse el amanecer.

La clave está en buscar el sur, evitando a toda costa las fuentes de contaminación lumínica. Las ciudades, con su iluminación artificial omnipresente, son los peores lugares para intentar ver la galaxia. Por eso, los expertos recomiendan alejarse hacia zonas rurales o espacios naturales protegidos, donde el cielo se mantenga oscuro y limpio.

Cómo encontrar la Vía Láctea: guía práctica paso a paso

Para quienes quieren vivir esta experiencia sin la ayuda de un telescopio o binoculares, a continuación se ofrece una guía clara y sencilla para observar la Vía Láctea en el cielo de junio:

1. Elige un lugar oscuro

La contaminación lumínica es el principal enemigo de la observación astronómica. Si estás en una gran ciudad, será prácticamente imposible distinguir la franja galáctica. Busca un sitio apartado, rural o dentro de una reserva astronómica.

2. Observa la fase lunar

Una Luna brillante puede opacar por completo la Vía Láctea. Para una mejor visibilidad, lo ideal es observar durante las noches de luna nueva o cuando la Luna esté en fase decreciente. Así se evita el resplandor lunar que interfiere con la visibilidad del cielo profundo.

3. Identifica la franja de luz

La Vía Láctea aparece como una franja blanca, difusa, pero visible, que se extiende de un lado al otro del cielo. Tiene un aspecto similar a una nube delgada que no se mueve, y suele estar más cerca de la constelación de Sagitario, donde se encuentra el centro galáctico.

4. Usa aplicaciones móviles o mapas estelares

La tecnología puede ser un gran aliado en esta búsqueda. Existen múltiples aplicaciones de astronomía —como SkyView, Star Walk o Stellarium— que te permiten apuntar tu teléfono hacia el cielo y recibir información en tiempo real sobre lo que estás viendo. También hay mapas celestes específicos para cada mes, que indican con precisión la ubicación de la Vía Láctea.

5. Presta atención a la altura

En el hemisferio sur, la Vía Láctea se eleva más alto en el cielo, lo que permite verla en casi toda su extensión. En cambio, en el hemisferio norte permanecerá más cerca del horizonte, por lo que es necesario contar con una vista despejada hacia el sur.

6. Usa constelaciones como puntos de referencia

Las constelaciones de Escorpio y Sagitario son claves para encontrar el núcleo galáctico. En especial Sagitario, que se ubica en la dirección del centro de la galaxia. Reconocer estas figuras estelares te permitirá saber hacia dónde mirar y ajustar tu campo de visión para captar más detalles.

Qué se puede ver: más allá de la franja luminosa

Observar la Vía Láctea no es solo divisar una franja blanca. Con paciencia y ojos adaptados a la oscuridad, se pueden distinguir cúmulos estelares, nebulosas e incluso nubes de gas interestelar. La Nube Estelar de Sagitario, por ejemplo, es una región especialmente brillante y compleja, ideal para quienes quieran ir más allá del primer vistazo.

Además, la experiencia se potencia si se cuenta con binoculares astronómicos o un telescopio de apertura media. No hace falta ser profesional: muchos equipos para principiantes permiten ver detalles asombrosos de la estructura galáctica.

¿Por qué junio es el mejor momento para mirar la galaxia?

La inclinación de la Tierra y la posición del Sol en esta época del año permiten una alineación perfecta entre el observador y el núcleo de la Vía Láctea. Esto significa que el centro galáctico estará por encima del horizonte durante muchas horas, especialmente en zonas del hemisferio sur.

Además, junio suele tener menos actividad de lluvias y cielos despejados en muchas regiones, lo que incrementa las probabilidades de una observación exitosa.

Un espectáculo gratuito y milenario

Más allá del aspecto científico, contemplar la Vía Láctea tiene un componente emocional, casi espiritual. Es un ejercicio de perspectiva, una conexión directa con el universo y con nuestros orígenes cósmicos. Recordar que estamos dentro de esa banda luminosa, girando en torno a un agujero negro supermasivo, es un pensamiento que maravilla a quienes se detienen a observar.

Con solo un poco de planificación y paciencia, junio puede ser el mes perfecto para mirar hacia arriba y reencontrarse con el cielo.

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